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Ex rehenes estadounidenses califican a FARC de animales y terroristas

«Recuerdo que mis peores días fueron en el primer mes de nuestro cautiverio. Estábamos, en aquel momento, encerrados en cabinas por la noche. Esa noche soñé con mi hija (…) y tuve ese sueño con ella que fue tan real; estaba sentada en mi regazo y tenía pequeñas trenzas en su cabello», relató Marc Gonsalves.


Los tres ex rehenes estadounidenses que fueron secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) afirmaron este viernes, en su primera entrevista desde su rescate, que los guerrilleros colombianos son «animales» y «terroristas» que no respetan los derechos humanos.



Los contratistas Marc Gonsalves, Keith Stansell y Thomas Howes, que fueron rescatados el pasado 2 de julio por el Ejército de Colombia, narraron en una emotiva entrevista a la cadena CNN, cómo vivieron los cinco años y medio que estuvieron en cautiverio en las selvas colombianas.



«No queremos exagerar lo que pasó. Solamente queremos contar la verdad», dijo Stansell a la periodista Robin Meade.



Los tres contratistas de la firma estadounidense Northrop Grumman fueron secuestrados el 13 de febrero de 2003, cuando la avioneta en la que viajaban por las selvas del Caquetá (suroeste colombiano) durante una misión de vigilancia para el combate al narcotráfico hizo un aterrizaje de emergencia debido a una falla mecánica.



Los tres estadounidenses acudieron a la entrevista cada uno con un objeto personal que se habían llevado como «recuerdo» de su vida en cautiverio en la selva.



Howes llevaba consigo una bala que perteneció a un comandante de las FARC que lo había amenazado en una ocasión con matarlo.



Gonsalves mostró un tablero de ajedrez plastificado que talló y pintó con sus propias manos, con el cual trataban de ocupar su mente.



«Estábamos sentados encadenados sobre una pieza de plástico en plan indio y solamente jugábamos al ajedrez», dijo Stansell, el más hablador de los tres, y añadió «cuando haces eso eres libre».



Por su parte, Stansell tenía un candado y contó que ese «candado, con cinco metros de cadenas, gordas, iba al cuello de él», explicó en referencia a Gonsalves. «Dormimos así» encadenados, agregó.



Los tres hombres también comentaron que en un campamento, en donde inicialmente fueron llevados, durmieron con ratas y en otros momentos de su cautiverio pasaron la noche en el suelo de laboratorios de drogas.



Además, fueron obligados a andar durante horas por la selva con cadenas alrededor del cuello.



Pero a pesar de las cadenas, las condiciones infrahumanas en las que vivieron durante su secuestro y el aislamiento, el hecho de estar lejos de sus familias fue lo más difícil de soportar.



«Recuerdo que mis peores días fueron en el primer mes de nuestro cautiverio. Estábamos, en aquel momento, encerrados en cabinas por la noche. Esa noche soñé con mi hija (…) y tuve ese sueño con ella que fue tan real; estaba sentada en mi regazo y tenía pequeñas trenzas en su cabello», relató Gonsalves.



«Fue un sueño maravilloso, con toda mi familia, pero el problema fue que me desperté», añadió.



Stansell, que fue secuestrado cuando su novia estaba embarazada de gemelos, contó que en un momento dado pensó que uno había muerto, porque un guardia le contó que había visto una fotografía de su novia con sólo un hijo.



Un día, escuchó en la radio las voces de «dos niños pequeños mandándome mensajes». «Eso fue simplemente un respiro de felicidad», dijo entre lágrimas Stansell.



Por la radio también se enteró de que su novia había aceptado su propuesta de matrimonio, mensaje que él envió con el ex senador Luis Eladio Pérez, liberado en febrero pasado.



Stansell contó que cuando vio por primera vez a su novia, después de cinco años y medio de secuestro, él le preguntó de nuevo: ¿lo aceptas?, y ella le dijo: «sí, eso es. Ésta es nuestra familia».



Además, relató que cuando vio por primera vez a sus hijos, fue como si los conociera desde su nacimiento.



«Abrí la puerta y escuché: papá, papá, papá. Y eso me emocionó. Fue como nunca me hubiera ido», explicó el ex rehén.



También Howes fue separado de su mujer y sus dos hijos, que tenían 5 y 15 años cuando fue secuestrado.



«Cuando uno está en nuestra situación sabe lo que es importante: la familia», señaló.



Durante la entrevista, los tres estadounidenses afirmaron que no se olvidan de los rehenes que dejaron atrás y que aún permanecen en poder de las FARC.



«Son como hermanos, amigos y me siento raro hablar aquí sabiendo que ellos están en la selva», dijo Gonsalves, quien se mostró convencido de que la guerrilla «sabe que está perdiendo» y que el Ejército de Colombia tiene «una gran ventaja sobre ellos».



«Pueden poner cadenas más grandes, candados más grandes, pero saben que están perdiendo», afirmó.



Gonsalves, Stansell y Howes fueron sometidos a varios análisis médicos y se encuentran bien de salud, aunque ellos reconocieron que todavía «hay algunas cosas que tenemos que superar. Tenemos que tomar pequeños pasos», dijeron.



En la «Operación Jaque» también fueron rescatados la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y once policías y militares.



EFE

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