La ley antidroga boliviana establece que anualmente deben ser erradicadas como mínimo 5.000 hectáreas de coca, planta que sirve como materia prima para la fabricación de cocaína y también es usada por los indígenas para ritos culturales y fines medicinales.
La Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) que dirige la erradicación de cultivos de hoja de coca en la zona del Chapare, centro de Bolivia, suspendió sus labores por falta de recursos económicos, informa este sábado el diario Los Tiempos.
Según este rotativo de la región de Cochabamba, donde se encuentra el Chapare, los militares y policías que conforman la FTC recibieron órdenes de «acuartelarse» debido a supuestos problemas económicos para sustentar sus tareas.
Un militar entrevistado por este tabloide, cuyo nombre no es revelado, admitió que la situación económica de esa unidad se agravó tras la salida de esa región, a fines de junio, de la Agencia Estadounidense de Cooperación (USAID, por su sigla en inglés).
USAID abandonó la región del Chapare por amenazas de sindicatos cocaleros que acusaron a esa entidad de conspirar contra el presidente de Bolivia, Evo Morales, y de ser «agentes del imperialismo».
Miembros de la FTC remarcaron que la falta de apoyo económico provoca la escasez de combustible y alimentos para continuar con las tareas de erradicación de cocales en la zona, indicó el diario.
El viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, dijo a Los Tiempos que el trabajo de la FTC volverá a la normalidad en los próximos días y negó problemas económicos por la salida de USAID de esa región.
Cáceres aseguró que Bolivia no dejará de cumplir con sus compromisos internacionales de erradicación de cocales.
A principios de semana, el Ejecutivo informó que lleva erradicadas 3.000 hectáreas de plantaciones de hoja de coca en el país y que un mayor porcentaje de esa cifra se encuentra en el trópico de Cochabamba.
La ley antidroga boliviana establece que anualmente deben ser erradicadas como mínimo 5.000 hectáreas de coca, planta que sirve como materia prima para la fabricación de cocaína y también es usada por los indígenas para ritos culturales y fines medicinales.
Un reciente informe de la ONU estableció que en la zona de Yungas del departamento de La Paz, existen 19.800 hectáreas, cuando la ley antidroga permite solo 12.000; y en la zona cocalera del Chapare, «feudo» político y sindical del presidente Morales, 8.800 hectáreas.
EFE
