Bruce Ivins ayudó al Gobierno a investigar los ataques con ántrax que se produjeron poco después de los atentados del 11 de septiembre del 2001 contra Washington y Nueva York.
Bruce Ivins, un científico del Gobierno de EE.UU., de 62 años, que estaba a punto de afrontar cargos por los ataques con ántrax registrados en el 2001 en los que murieron cinco personas, se habría suicidado, informó este viernes el diario Los Ángeles Times.
El microbiólogo Ivins trabajó en el laboratorio gubernamental de biodefensa de Fort Detrick, en Maryland, durante los últimos 18 años.
El diario Los Ángeles Times, que publica hoy la noticia en exclusiva, señala que el Gobierno había notificado al científico de que se abriría un proceso judicial contra él de forma inminente.
Según CNN, la Fiscalía podría estar barajando la posibilidad de pedir la pena de muerte.
Ivins ayudó al Gobierno a investigar los ataques con ántrax que se produjeron poco después de los atentados del 11 de septiembre del 2001 contra Washington y Nueva York.
La sustancia tóxica se enviaba por correo a las víctimas, que quedaban expuestas tras abrir su correspondencia.
Los incidentes provocaron una auténtica psicosis en todo el país, originaron el cierre de edificios oficiales en varias ocasiones y sembraron el temor a más ataques terroristas.
El microbiólogo falleció el martes a raíz de una sobredosis de analgésicos, según informó al rotativo californiano un amigo del científico, quien pidió no ser identificado.
La noticia de la muerte de Ivins, a quien no se había identificado públicamente en ningún momento como sospechoso, llega poco después de que el Gobierno absolviese e indemnizase en junio al ex también científico del Gobierno Steven Hatfill con 5,82 millones de dólares.
Hatfill, un ex investigador en temas de biodefensa, fue durante mucho tiempo el principal sospechoso por los ataques con ántrax y la indemnización fue una forma de dejar vía libre para iniciar cargos contra Ivins, según Los Ángeles Times.
EFE
