Ecuador, pese a ser un país productor de petróleo, importa gasolinas por un monto anual calculado en 3.000 millones de dólares, por lo que proyecta construir, conjuntamente con Venezuela, una gran planta de refino y petroquímica en la provincia costera de Manabí, que entraría en funcionamiento en 2013.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, anunció este sábado que impulsará la industria de biocombustibles sin descuidar ni reducir la seguridad alimentaria en su país.
En su habitual programa radial de los sábados, Correa dijo que su Gobierno estudia un plan para «empezar a desarrollar biocombustibles en el país», con principios de responsabilidad que no pongan en peligro la provisión de alimentos.
Destacó las bondades agropecuarias que ofrece el territorio de su país y explicó: «Ecuador tiene capacidad para alimentar a 80 millones de personas y sólo tenemos 13 millones de personas; en otras palabras, hay cualquier cantidad de terreno para desarrollar» la actividad agrícola.
Correa dijo que se podrían sembrar, por ejemplo, unas 50.000 hectáreas de caña de azúcar, una porción mínima, en comparación a las cinco millones de hectáreas que han sufrido una degradación productiva en el país y que se podrían recuperar.
Además, dijo que se podría expandir el cultivo de una fruta no comestible como la del piñón, un arbusto americano que en Ecuador crece de forma silvestre, y que se podría producir masivamente para la elaboración de biocombustibles.
Correa dijo que, incluso, podría ser más beneficioso producir el etanol a base de la mezcla de nafta y alcohol de caña, que ya se comercializa en algunas regiones del país.
«Esto nos ayudaría a diversificar la matriz energética», basada en el consumo de derivados del petróleo, y «ahorrar ingentes cantidades de divisas» que se pierden en la importación de naftas y gasolinas, añadió Correa.
Ecuador, pese a ser un país productor de petróleo, importa gasolinas por un monto anual calculado en 3.000 millones de dólares, por lo que proyecta construir, conjuntamente con Venezuela, una gran planta de refino y petroquímica en la provincia costera de Manabí, que entraría en funcionamiento en 2013.
EFE
