Medellín, de 33 años y condenado por el asesinato de dos adolescentes en Houston, fue ejecutado el pasado martes mediante una inyección letal en el penal de Hunstville (Texas).
La Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas se mostró hoy muy preocupada por la ejecución en Estados Unidos de un ciudadano mexicano, a pesar de que la Corte Internacional de Justicia exigía la revisión del caso.
«Medellín fue hallado culpable de varios crímenes, sin embargo, en el momento de su arresto no fue informado de su derecho a la asistencia consular que establece el Tratado de Viena de 1963», reza un comunicado distribuido hoy por la Oficina de Naciones Unidas.
El texto recuerda que la Corte Internacional de Justicia ordenó a EEUU que no ejecutase a Medellín «hasta que no recibiera una revisión de su caso que estableciese si el no aplicar la Convención de Viena había perjudicado su defensa».
«Estados Unidos tiene la obligación de cumplir con las decisiones de la Corte Internacional de Justicia, una obligación que no puede dejarse de lado a causa de acuerdos constitucionales nacionales», prosigue el documento.
La Oficina recuerda que las órdenes de la CPI se mantienen válidas para otros 50 casos de mexicanos que están en el corredor de la muerte en EEUU.
Asimismo, insta a Washington a aplicar la legislación internacional y las salvaguardas que establece, entre ellas la necesaria protección consular para los extranjeros.
«Es imperativo que todos los estados aseguren el cumplimiento recíproco de esas salvaguardas», finaliza el texto.
EFE
