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Ortega quiere construir «relaciones de respeto» con EE.UU.

Callahan fue agregado de prensa de la embajada de Washington en Honduras durante los años 80, desde donde EE.UU. apoyó a los rebeldes «contras» para derrocar, con las armas, al primer Gobierno sandinista en la guerra civil librada en esos años, que causó miles de muertos en Nicaragua.


El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, declaró este sábado que desea construir «relaciones de respeto» con EE.UU., aunque manteniendo «principios antiimperialistas».



En un discurso pronunciado en el norte del país, difundido por la televisión y radios afines al Gobierno, Ortega informó que pronto llegará a Nicaragua el nuevo embajador de Estados Unidos, Robert J. Callahan.



«Apenas llegue el embajador norteamericano tenemos que estar preparados para recibirle las cartas credenciales», dijo el gobernante en Asturias (provincia de Jinotega), donde inauguró una obra de infraestructura para proteger el Lago de Apanás.



El líder sandinista explicó que cuando él nombró al académico Arturo Cruz como embajador de Nicaragua en Estados Unidos le recibieron en Washington las cartas credenciales en un tiempo récord, «y no lo hicieron esperar en un gesto de respeto».



«Lo importante es ir creando relaciones de respeto, lo que no significa que nos vamos a quedar callados ante lo que no es correcto de la política de los Estados Unidos», advirtió Ortega.



«Yo no me voy a avergonzar de nuestros principios, nosotros les decimos que somos antiimperialistas y ustedes deben de comprender por qué, y se los platico cuando hablo con ellos y también lo expreso en público», insistió.



El nuevo embajador de Estados Unidos en Nicaragua tendrá un papel discreto, prudente, constructivo y «negociará duro» con Managua, opinó el pasado 13 de agosto el ex canciller mexicano Jorge Castañeda.



Castañeda, profesor de estudios latinoamericanos de la Universidad de Nueva York y quien disertó en Managua sobre: «Relaciones entre América Latina y Estados Unidos, ¿hacia dónde vamos?», consideró que Callahan seguirá la línea del subsecretario de Estado de Estados Unidos, John Negroponte.



También la del secretario de Estado adjunto para América Latina de Estados Unidos, Thomas Shannon, de quienes dijo son «sus amigos».



Callahan, diplomático de carrera, experto en diplomacia pública y ex funcionario de la Oficina del Dirección de Inteligencia Nacional, fue nombrado al frente de la legación estadounidense en Managua por el presidente George W. Bush, en sustitución de Paul Trivelli.



Callahan fue agregado de prensa de la embajada de Washington en Honduras durante los años 80, desde donde EE.UU. apoyó a los rebeldes «contras» para derrocar, con las armas, al primer Gobierno sandinista en la guerra civil librada en esos años, que causó miles de muertos en Nicaragua.



El embajador de Washington en Tegucigalpa en ese entonces era el ex director del Consejo de Inteligencia Nacional y actual «número dos» del Departamento de Estado, John Negroponte.



Callahan sustituirá a Trivelli, que ya abandonó el país y quien estuvo al frente de la legación estadounidense desde el 9 de septiembre de 2005.



EFE


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