Según el Gobierno, las medidas de presión de los prefectos autonomistas «solo perjudican a sus propios departamentos» y buscan únicamente «tensionar la situación del país».
El Gobierno de Evo Morales insistió este martes en llamar al diálogo a sus opositores regionales y les advirtió que no caerá en provocaciones, pese a la intensificación de las protestas de los dirigentes autonomistas de Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija y Chuquisaca.
Estas cinco regiones -todas controladas por la oposición- llevaron a cabo hoy una huelga general contra el presidente Morales en demanda de una renta petrolera recortada por el Gobierno para pagar una ayuda a los mayores de 60 años.
Después de una jornada marcada por choques violentos en Santa Cruz y calma en el resto de los departamentos en huelga, los dirigentes de estas regiones anunciaron que continuarán el miércoles sus medidas de presión con un bloqueo de carreteras nacionales de 24 horas.
En conferencia de prensa en La Paz, el ministro de Gobierno (Interior), Alfredo Rada, lamentó que las autoridades y líderes cívicos de estas regiones «no entiendan que Bolivia quiere tranquilidad» y se mostró convencido de que el bloqueo de mañana «no tendrá efecto».
Rada reiteró la oferta de diálogo a los prefectos (gobernadores) opositores y llamó concretamente al de Santa Cruz, Rubén Costas, a que se sume a un proceso para lograr «el reencuentro nacional».
Como ya propuso el presidente Morales la pasada semana en un primer y fracasado intento de negociación, el ministro planteó la necesidad de alcanzar un pacto para conjugar la nueva Constitución del Estado con los estatutos de autonomía, y llegar a acuerdos en materia fiscal e institucional.
Según el Gobierno, las medidas de presión de los prefectos autonomistas «solo perjudican a sus propios departamentos» y buscan únicamente «tensionar la situación del país».
«No vamos a caer en la provocación ni en el camino de la confrontación», aseguró el ministro Rada.
También censuró el ejemplo de «doble moral» de dirigentes cívicos como el empresario cruceño Branko Marinkovic que plantean bloqueos de carreteras para paralizar la actividad productiva cuando sus empresas «trabajan a puerta cerrada».
Sobre la jornada de paro, Rada se felicitó de que solo se hayan producido «algunos incidentes aislados» en el cruceño barrio Plan 3000 -donde autonomistas y oficialistas han protagonizado enfrentamientos violentos-, y en Rurrenabaque (Beni) donde, según dijo, se produjeron ataques a la estatal radio Patria Nueva y a la sede de la Federación de Campesinos.
También aludió a un episodio en la ciudad de Sucre donde, señaló, activistas del opositor comité interinstitucional atacaron la Federación de Campesinos de Chuquisaca sin que se registraran incidentes de gravedad.
Nueve días después del referendo sobre mandatos celebrado en Bolivia, el intento de diálogo entre el Gobierno de Morales y sus opositores ha fracasado y los dirigentes autonomistas han radicalizado sus protestas contra el Ejecutivo.
La consulta, que ratificó a Morales y a sus principales rivales regionales, no ha logrado paliar la crisis política del país, donde el proyecto constitucional del presidente indígena se enfrenta a la férrea oposición de varios gobernadores opositores que han impulsado un proceso autonomista en sus departamentos.
EFE
