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Ex presidente Duarte desata la primera crisis en el Congreso paraguayo

Duarte, quien llegó al Congreso en medio de cientos de seguidores del Partido Colorado, que en los comicios del 20 de abril pasado perdió la Presidencia tras 61 años de hegemonía en el poder, intentó varias veces ocupar el escaño que ganó en esas votaciones.


El juramento como senador activo del ex presidente Nicanor Duarte y su posterior anulación instaló este martes la primera crisis en el Congreso paraguayo, apenas dos semanas después de la asunción de su sucesor, Fernando Lugo.



Duarte juró ante el presidente del Senado, Enrique González Quintana, del opositor partido Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (UNACE), que lidera el general retirado Lino Oviedo, pese al rechazo de la mayoría de la cámara alta, cuyos representantes no asistieron a la sesión.



Sin embargo, el bloque mayoritario invalidó esa decisión y confirmó a Jorge Céspedes, que había juramentado provisionalmente, como senador titular en reemplazo de Duarte, con el apoyo de 24 de los 25 legisladores presentes en la sala.



Asimismo, la mayoría también otorgó los permisos correspondientes a los senadores Blas Llano y Efraín Alegre, ambos del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), quienes asumieron los ministerios de Justicia y Trabajo y de Obras Públicas, respectivamente, y tomó juramento a sus suplentes.



Duarte, quien llegó al Congreso en medio de cientos de seguidores del Partido Colorado, que en los comicios del 20 de abril pasado perdió la Presidencia tras 61 años de hegemonía en el poder, intentó varias veces ocupar el escaño que ganó en esas votaciones.



La lista al Senado encabezada por Duarte obtuvo más de 500.000 votos en las urnas, en las que el Partido Colorado retuvo la mayor representación en el Senado, de 45 miembros, y en la Cámara de Diputados, de 80.



Duarte primeramente renunció a la Presidencia como paso previo, aunque el Congreso anterior no tuvo quórum para aceptarla o rechazarla, ante el boicot de los actuales aliados de Lugo porque consideran que Duarte debería jurar como senador vitalicio, con voz pero sin voto.



Los senadores vitalicios pueden intervenir en los debates, pero no pueden votar, según el reglamento de la cámara.



El senador oficialista Luis Alberto Wagner, del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), principal aliado de Lugo en el Congreso, admitió que la situación suscitada con Duarte «abre un desbarajuste institucional» del que, según dijo, «será muy difícil salir».



«El Senado está trabado, hace un mes que no podemos funcionar y tenemos que analizar serenamente qué es lo que conviene», aseveró Wagner, al referirse a que en el Senado ha predominado el caso del ex mandatario en detrimento de otras cuestiones.



Ya el senador Carlos Filizzola, del también oficialista Partido País Solidario (PPS), anticipó que el acto «es nulo, ilegal» con el argumento de que «la plenaria es la máxima autoridad del Congreso» y además «la Constitución es clara, dice: el que fue presidente de la República debe ser senador vitalicio».



El presidente del Senado invocó decisiones de la justicia electoral y del tribunal Supremo para tomar juramento al ex mandatario ante un grupo de senadores «colorados» del grupo de Duarte y de UNACE.



«Es un gran honor ser parte del Congreso Nacional, del Senado, por decisión de la soberanía popular. Estamos acá para servir a la República, a la gobernabilidad, sin odio, para trabajar por nuestro pueblo sin odio ni rencores», afirmó Duarte.



Añadió que «aquí se ha cumplido el mandato de los organismos jurisdiccionales competentes, del Tribunal de Justicia Electoral, de la Corte Suprema», aunque reconoció que su caso «es un proceso que en cierta manera venía debilitando, más que al Congreso, al propio presidente de la República».



Entretanto, el portavoz de Lugo, Miguel López Perito, recordó que el gobernante ha defendido «desde un principio» que Duarte asuma lo que ganó con el voto popular y que el jefe del Estado «nunca rectificó esa posición».



Algunos aliados de Lugo en el Parlamento sustentaron que el juramento de Duarte es fruto de un presunto pacto entre el ex presidente y Oviedo que permitió a éste último recuperar la libertad y luchar por la Presidencia del país en abril pasado.



UNACE accedió a la presidencia del Senado, y por ende, del Congreso gracias a unas negociaciones con los partidos que sustentan a Lugo, que tenían como objeto garantizar la gobernabilidad del país.



EFE

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