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Modifican órbita de la Estación Espacial para evitar colisión con basura

La órbita de la plataforma espacial también se ha corregido en varias ocasiones para evitar posibles colisiones con meteoritos y satélites.



La altura de la órbita de la Estación Espacial Internacional (EEI) ha sido reducida para evitar una posible colisión con basura espacial, informó este jueves el Centro de Control de Vuelos Espaciales (CCVE) de Rusia en un comunicado.



La corrección de la órbita se realizó a las 20.11 hora de Moscú (16.11 GMT) del miércoles con ayuda de los propulsores del vehículo espacial europeo Julio Verne, acoplado a la EEI.



«Los servicios ruso y estadounidense de control del espacio orbital informaron de la posible colisión y esos datos fueron utilizados por los expertos en balística del CCVE para calcular la corrección de la órbita de la EEI», agrega el texto.



Tras la maniobra, la altura media de la órbita de la EEI se redujo en 1,7 kilómetros y es actualmente de 353,7 kilómetros.



En tanto, la tripulación de la plataforma orbital, integrada por los cosmonautas rusos Serguéi Vólkov y Oleg Kononenko y el astronauta estadounidense Greg Chamitoff, continuó su trabajo según el programa.



El pasado 13 de agosto, la nave europea llevó a cabo por cuarta vez una maniobra de corrección con el fin de colocar la EEI en una órbita que garantice condiciones óptimas para el acoplamiento de las naves rusas Progress M-65 y Soyuz TMA-13, cuyo lanzamiento está previsto para septiembre y octubre, respectivamente.



Habitualmente, la altura de órbita promedio de la EEI oscila entre los 360 y 330 kilómetros.



La plataforma pierde entre 100 y 150 metros de altura cada día a causa de la gravitación terrestre, la actividad solar y otros factores, por lo que tres o cuatro veces al año se realizan correcciones de su órbita con ayuda de los motores de las naves de carga.



La órbita de la plataforma es elevada regularmente varios kilómetros, maniobra de corrección en la que hasta hace poco se utilizaban los transbordadores estadounidenses y la naves rusas «Progress», tarea a la que ahora se ha sumado el carguero europeo.



Con sus propulsores, las naves acopladas también pueden modificar la orientación de la EEI con respecto al Sol, su inclinación en relación al eje terrestre, su período de rotación en torno a la Tierra y su velocidad de vuelo.



La órbita de la plataforma espacial también se ha corregido en varias ocasiones para evitar posibles colisiones con meteoritos, basura espacial y satélites.



EFE

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