Desde hace algunas semanas, los productores han comenzado nuevamente a movilizarse en las zonas productivas más ricas del país, donde se reavivaron las quejas por la falta de diálogo con el Gobierno, que tras el traspiés político designó al experto Carlos Chepi como secretario de Agricultura y Ganadería.
Productores rurales de Argentina renovaron este sábado sus protestas en contra de las políticas oficiales para el sector agropecuario, que recientemente se enfrentó durante más de cuatro meses con el Gobierno por la presión del Fisco.
Encabezados por dirigentes de la Federación Agraria Argentina (FAA), la más combativa de las cuatro principales patronales rurales del país, los productores bloquearon un túnel que une las provincias de Entre Ríos y Santa Fe por debajo del lecho del río Paraná para celebrar una asamblea.
«No estamos hablando de una huelga, pero los problemas del campo no terminaron», advirtió el titular de la FAA, Eduardo Buzzi, al quejarse por la falta de respuestas del Gobierno ante los reclamos del sector rural.
Alfredo De Angeli, dirigente de la FAA y quien se convirtió en un icono de la protesta, adelantó que desde el 9 de septiembre próximo los productores se movilizarán hacia la capital del país para reclamar «leyes agropecuarias» a los legisladores nacionales.
«Queremos un plan agropecuario nacional que nos dé rentabilidad para que los pequeños y medianos productores puedan crecer», indicó antes de considerar que «el Gobierno sigue mintiendo a la gente».
«Nada ha cambiado desde el comienzo del conflicto. Estamos peor que antes, porque han subido los insumos», apuntó.
El Gobierno argentino y el sector agropecuario mantienen un serio conflicto desde marzo último, cuando el Ejecutivo subió los impuestos a las exportaciones de granos.
La medida fue rechazada por el campo con cuatro huelgas comerciales y bloqueos de carreteras en todo el país, que derivaron en desabastecimiento de alimentos e insumos para la industria en las principales ciudades de Argentina.
El Senado anuló el controvertido esquema impositivo el 17 de julio pasado, con el voto de desempate del vicepresidente del país, Julio Cobos, un dirigente aliado al peronista Frente para la Victoria de la presidenta Cristina Fernández, lo que supuso un duro golpe para la mandataria.
Desde hace algunas semanas, los productores han comenzado nuevamente a movilizarse en las zonas productivas más ricas del país, donde se reavivaron las quejas por la falta de diálogo con el Gobierno, que tras el traspiés político designó al experto Carlos Chepi como secretario de Agricultura y Ganadería.
Además de la presión del Fisco (35 por ciento) sobre la soja, de la cual Argentina es el tercer productor mundial, las asociaciones agrarias advierten sobre la falta de una política agropecuaria que brinde soluciones a las economías regionales, la ganadería y la lechería.
EFE
