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Exploran zonas nunca antes vistas del cañon más profundo del mundo

«Mucha gente nos decía que no había Colca, que había un diablo arriba, pero tuvimos suerte porque fuimos de los primeros», sostuvo uno de los aventureros científicos.



El interior de la Cruz del Cóndor y el inaccesible corazón del cañón del Colca en Perú, fueron explorados por primera vez por un grupo internacional de científicos y aventureros que este martes presentó en Lima un avance de su hazaña.



Detrás del nombre «Colca Cóndor 2008» se encuentra un grupo de polacos, peruanos y estadounidenses que durante nueve días ha recorrido los 20 kilómetros más angostos del cañón más profundo del mundo (3.400 metros), descubriendo secretos como tumbas intactas y recogiendo datos científicos que permitirán conocer el origen del cañón.



Esta «expedición de alto riesgo», como la calificó su líder, el polaco Jerzy Majcherczyk -al que todos llaman Yarek-, ha exigido a los aventureros escalar, dormir en cuevas e, incluso, nadar en las heladas aguas del río Colca.



«Hay momentos en el camino que el río desaparece para reaparecer más adelante, tres veces más grande», narró.



Armados con arneses, cascos y trajes especiales para las bajas temperaturas, el grupo, que incluía expertos escaladores como el peruano Carlos Zárate, descubridor de la popular momia Juanita, empleó dos días en salir del cañón, una vez alcanzado el punto final del recorrido.



Aparte del importante trabajo de exploración, lo que más ha sorprendido a la expedición han sido los restos arqueológicos encontrados: un complejo de tumbas excavadas en la pared del cañón, aparentemente pertenecientes a la nobleza, aunque aún es pronto para asegurar a qué cultura pertenecen.



«Están en muy buen estado porque son muy inaccesibles», explicó Yarek, que declinó anunciar el lugar exacto donde se encuentran por miedo a que los huaqueros (ladrones de tumbas) intenten llegar al lugar.



¿Existe Colca?




El equipo, además, contó con la última tecnología, como medidores láser y electroscopios, que permitirán crear una detallada imagen topográfica del cañón, que será presentada, con el resto de estudios científicos y las primeras imágenes del documental que han grabado, el próximo 26 de septiembre en Varsovia.



Yarek es un viejo conocido de los habitantes del Colca ya que fue él, junto a otro grupo de aventureros, quien realizó la primera expedición a la zona hace ya 27 años, abriendo al mundo el que hoy día es el segundo atractivo turístico del país andino.



Majcherczyk recordó cómo realizaron aquella otra expedición casi sin medios, comiendo lo que los barcos polacos atracados en Lima les donaron y durmiendo en iglesias de la sierra peruana ya que, bromeó, para algo eran «hermanos del Papa (Juan Pablo II)».



«Mucha gente nos decía que no había Colca, que había un diablo arriba, pero tuvimos suerte porque fuimos de los primeros», añadió.



De aquel valle en el que, según rememoró el explorador polaco, «no había electricidad y la policía en vez de jeep tenía mulas», poco queda.



Ahora la zona es un centro turístico e importante fuente de ingreso para el país andino, algo que debe obligar a los gobernantes, según Yarek, a tratar la zona con el mayor cuidado posible.



«Hay algo dramático, y es que hemos encontrado una enorme cantidad de basura. En el valle del Colca hay más de 20 hoteles y todos botan al río, y en dos o tres años va a salir un hedor enorme», afirmó y añadió que el Colca ha sido los últimos 27 años su gran amor.



El propio aventuro aseguró que lo que le mueve a emprender estos viajes es «la búsqueda de realizar un sueño, ver lo que nadie ha visto».



EFE

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