«Creo que el Ejército no causará daño a la gente», dijo Sondhi Limthongkul, fundador de la Alianza del Pueblo para la Democracia (PAD), la formación opositora que ha encabezado las protestas.
El líder de los manifestantes que ocupan desde hace ocho días la sede del Gobierno de Tailandia anunció hoy que se dispersarán antes de 48 horas, tras la declaración del estado de excepción en la capital declarada por el primer ministro.
Limthongkul es propietario de varios diarios y máximo accionista del canal de televisión ASTV, cuya sede es vigilada desde primeras horas de la mañana por unos 600 activistas para impedir que los militares apaguen su señal.
El líder opositor pidió a tailandeses de otras provincias que se unan a los actos de protesta que se celebran en la capital y subrayó que ningún gobierno logrará acallar la voz del pueblo.
Tras la batalla campal entre opositores y seguidores del Gobierno que anoche causó un muerto y 44 heridos, el primer ministro, Samak Sundaravej, declaró en Bangkok el estado de excepción, que permite al Ejército emplear la fuerza, bloquear carreteras, evacuar edificios y censurar a los medios de comunicación.
La medida también prohíbe las reuniones públicas de más de cinco personas y autoriza a las fuerzas de seguridad a detener sin cargos a sospechosos de rebelión durante un período máximo de 30 días.
Sundaravej dijo que los militares podrán entrar en cualquier lugar para desalojar a quienes desobedezcan el estado de excepción, indicó en alusión al PAD, cuyos seguidores ocupan desde hace una semana la sede del Ejecutivo en la capital.
El jefe del Ejército, general Anupong Paochinda, descartó asestar un golpe de Estado y dijo que la crisis política será resuelta «por medios legales y democráticos».
Por su parte, otro líder de los manifestantes, el ex general y antiguo gobernador de Bangkok Chamlong Srimuang, anunció que seguirá desafiando las órdenes del primer ministro hasta que éste dimita.
EFE
