Para soltar a González, la máxima corte argumentó falta de fundamento del decreto de su prisión provisional, poca subsistencia de las razones que motivaron el decreto de prisión por conveniencia de la instrucción penal y exceso de plazo en la formación de la culpa.
El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil concedió este lunes la libertad condicional a uno de los acusados por el «robo del siglo», como se calificó al robo del Banco Central de Fortaleza en 2005, informaron fuentes oficiales.
Vicente Ares González estaba arrestado en régimen de prisión provisional, acusado de estar implicado con la banda que robó 164,8 millones de reales (unos 71,7 millones de dólares al cambio de la época), en el asalto a la sede del banco emisor en la capital del nororiental estado de Ceará, ocurrido en agosto de 2005.
El acusado tiene que responder ante la justicia por los delitos de extorsión mediante secuestro, lavado de dinero y conexos al hurto intencional a este banco.
Para soltar a González, la máxima corte argumentó falta de fundamento del decreto de su prisión provisional, poca subsistencia de las razones que motivaron el decreto de prisión por conveniencia de la instrucción penal y exceso de plazo en la formación de la culpa.
El magistrado Celso de Mello, que decretó la libertad, insistió en que la prisión provisional debe tener carácter «excepcional» y nunca «punitivo», puesto que su fundamento es facilitar el desarrollo del proceso penal.
El juez de primera instancia justificó la prisión provisional porque estaba acusado de un delito «hediondo», como se conocen en Brasil los que merecen mayor reprobación por parte del Estado.
También argumentó que González tenía causas abiertas en otros tribunales por homicidio, porte ilegal de armas de fuego y lesiones corporales graves.
El magistrado rechazó estos motivos y recordó que la máxima corte ya ha emitido varias sentencias en esta línea que sientan jurisprudencia a favor del uso restringido de la prisión provisional.
El golpe fue perpetrado por una banda con aproximadamente quince personas. Los ladrones cavaron durante tres meses un túnel de 80 metros de extensión hasta la caja fuerte del banco, de la que extrajeron el botín, el mayor hasta la fecha en Brasil.
Para acceder al cofre, abrieron un agujero en una pared de 1,10 metros de espesor y reforzada en hierro y hormigón.
Once de los autores han sido condenados y otras tres murieron en extrañas circunstancias durante los últimos dos años.
El caso tiene aún muchos aspectos no resueltos, como el destino del dinero, pues sólo pudo ser recuperado un 20 por ciento de lo robado.
EFE
