A pesar de que según la Constitución una vez que dejase de ser jefe de Estado el 15 de agosto pasado le correspondía ser senador vitalicio, con voz pero sin voto, el ex mandatario decidió presentarse a las elecciones de abril como cabeza de lista al Senado por el Partido Colorado y obtuvo el escaño.
El Senado paraguayo ratificó este jueves la designación del ex presidente Nicanor Duarte como senador vitalicio en lugar de miembro pleno de la cámara, lo que aparentemente pone fin a la crisis en que está sumido desde hace casi un mes.
En una sesión ordinaria, a la que no asistió Duarte, la Cámara Alta también ratificó a Jorge Céspedes en el puesto para el que el ex presidente había prestado juramento el pasado 26 de agosto.
La decisión, que fue recibida con aplausos en el recinto, fue apoyada por el presidente del Senado y del Congreso, Enrique González Quintana, de la opositora Unión Nacional de Ciudadanos Eticos (UNACE), tercera fuerza política del país, cuyo líder es el general Lino Oviedo.
El cambio de posición de Unace, que hasta ahora defendió el juramento de Duarte como senador efectivo, permitió una salida a la crisis institucional en la Cámara Alta.
La crisis estalló la semana pasada precisamente cuando González Quintana tomó juramento a Duarte como senador de pleno derecho a espaldas de la mayoría, compuesta por partidos que sustentan al actual presidente, Fernado Lugo, y grupos opositores entre ellos un sector del Partido Colorado opuesto al ex presidente.
A pesar de que según la Constitución una vez que dejase de ser jefe de Estado el 15 de agosto pasado le correspondía ser senador vitalicio, con voz pero sin voto, Duarte decidió presentarse a las elecciones de abril como cabeza de lista al Senado por el Partido Colorado y obtuvo el escaño.
Sus detractores le acusaron entonces y ahora de haber manipulado a la justicia electoral y al Tribunal Supremo para que le autorizasen a presentarse a las elecciones siendo todavía jefe de Estado.
La sesión de hoy fue abierta en medio de una gran expectación debido a las posturas radicalizadas que imperaban hasta la pasada noche.
El sector mayoritario manejaba incluso la posibilidad de disolver la mesa directiva que preside González Quintana gracias a un pacto de gobernabilidad acordado por la oficialista Alianza Patriótica para el Cambio (APC).
Las deliberaciones del Senado fueron seguidas de cerca por varios miles de manifestantes congregados frente al edificio del Congreso tras una convocatoria realizada para repudiar una presunta conspiración denunciada este lunes por Lugo.
El Frente Popular y Social, que agrupa a más de un centenar de organizaciones sociales, sindicales y campesinas aliadas de Lugo, condenó además lo que calificó de «actitud autoritaria, golpista y de corte fascista» del presidente del Congreso.
La decisión del pleno del Senado «es una victoria del pueblo paraguayo porque él tiene que ser senador vitalicio», afirmó el gobernador del departamento de San Pedro, José Ledesma, quien encabezó uno de los grupos de manifestantes.
EFE
