Publicidad

Esposa de Ortega dice que intelectuales cubanos ignoran quién es Cardenal

El pasado día 22 el juez David Rojas, de Managua, de tendencia sandinista, condenó a Cardenal a pagar una multa de 20.000 córdobas (1.025 dólares) por injurias al empresario alemán Inmanuel Zerger, con quien al parecer enfrenta una antigua disputa de tierras.


La portavoz del Gobierno nicaragüense, Rosario Murillo, también esposa del presidente Daniel Ortega, afirmó este domingo que la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) ignora «la realidad política de ciertos figurones», en alusión al sacerdote y poeta trapense Ernesto Cardenal.



«Solo el desconocimiento profundo puede explicar que nuestros hermanos de la Uneac ignoren la realidad política de ciertos figurones, que militan, desde hace más de una década, en movimientos de las derechas oligárquicas», señala Murillo en un comunicado.



La Uneac se pronunció, el pasado día 4, con «pesar» por el enfrentamiento entre el Gobierno de Ortega y el poeta Cardenal y consideró que «estas contradicciones» benefician a «los enemigos de los procesos emancipadores en marcha en nuestra América».



Murillo respondió hoy a la Uneac a través de una misiva, cuya copia envió a los medios de comunicación.



En la carta dice que esos «figurones», en alusión a Cardenal, al que no menciona por su nombre, militan en «las derechas oligárquicas auspiciados y financiados por los enemigos de Cuba, que son también los enemigos de Nicaragua».



Murillo indica que la figura de Cardenal es producto de la «desinformación» y «de la misma censura comunicacional que el imperio aplica a Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador» y a Nicaragua.



Asegura que la «censura y el bloqueo informativo de los medios corporativos y de la neo-colonización cultural explican perfectamente que nuestros hermanos de la Uneac no sepan que tanto el Frente Sandinista, como el Partido Comunista cubano, nos enfrentamos a una lucha político-ideológica feroz».



Agrega que en esa lucha «el enemigo común utiliza a personalidades de todas las tallas y estaturas, para desacreditar, difamar, desvirtuar y pretender destruir la esperanza».



Insiste en «que el caso político que nos ocupa», en alusión al enfrentamiento entre el Gobierno de Ortega con Cardenal, ha dejado «constancia de su clara perspectiva, sobre el uso y abuso de los medios de comunicación al servicio del imperio» estadounidense.



También «sobre las perniciosas campañas que estos despliegan y sobre sus políticas globalizadoras de censura, desinformación y tergiversación», añade.



En el documento, Murillo anota que no duda que la Uneac tiene «la capacidad de identificar al amigo, al compañero y de diferenciar al cómplice y al enemigo».



La Uneac, en su pronunciamiento, sostuvo que «Cardenal ha sido y es una figura entrañable para los cubanos».



«Admiramos su obra poética, de indiscutible trascendencia y la lealtad que ha mostrado en toda circunstancia hacia nuestra revolución. En los años en que muchos renegaron de sus ideas él dio una lección de coherencia y dignidad», dicen.



El pasado día 22 el juez David Rojas, de Managua, de tendencia sandinista, condenó a Cardenal a pagar una multa de 20.000 córdobas (1.025 dólares) por injurias al empresario alemán Inmanuel Zerger, con quien al parecer enfrenta una antigua disputa de tierras.



Cardenal, de 83 años, no acató la sentencia por «injusta e ilegal» y por considerarla una «venganza» del presidente Ortega.



El poeta, que ha recibido el respaldo de un nutrido grupo de intelectuales de todo el mundo, fue ministro de Cultura en el primer Gobierno sandinista (1979-1990) y propuesto en 2005 y 2007 como candidato para el Premio Nobel de Literatura.



Su enemistad con Ortega se inició cuando ambos militaban en el sandinismo, por los «pactos» del hoy presidente con los liberales y el ex gobernante Arnoldo Alemán, preso por corrupción.



EFE

Publicidad

Tendencias