El dirigente de los productores de coca Julio Salazar anunció hoy a los medios de Cochabamba que «ha terminado la paciencia» de los movimientos sociales con los grupos opositores que, a su juicio, han iniciado «un golpe» de Estado, tal como ha sostenido el Gobierno.
Los sindicatos campesinos que respaldan al presidente de Bolivia, Evo Morales, iniciarán en las próximas horas un bloqueo de carreteras y un cerco a la ciudad oriental de Santa Cruz, donde el martes varios grupos opositores saquearon violentamente oficinas estatales.
El dirigente de los productores de coca Julio Salazar anunció hoy a los medios de Cochabamba que «ha terminado la paciencia» de los movimientos sociales con los grupos opositores que, a su juicio, han iniciado «un golpe» de Estado, tal como ha sostenido el Gobierno.
Salazar dijo que el objetivo del bloqueo es «defender la democracia y la unidad del país».
Por su parte, otros dirigentes cocaleros apuntaron a que el corte de carreteras podría durar hasta un mes.
Varias instituciones del Estado, la sede regional de la telefónica nacionalizada Entel y medios de comunicación estatales en Santa Cruz fueron destruidos el martes y saqueados por grupos radicales y de vándalos que se enfrentaron a las fuerzas de seguridad.
Los líderes de estas protestas exigen al presidente Evo Morales que devuelva a las regiones los ingresos procedentes de tributos petroleros que el Ejecutivo redujo con el propósito de pagar un bono a los mayores de 60 años.
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, reiteró hoy en declaraciones a la televisión ATB que las acciones violentas que se han producido en Santa Cruz, región gobernada por la oposición, responden a un proceso de golpe de Estado civil.
También aseguró que la oposición, con sus acciones violentas, está buscando un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad que provoque muertos, pero garantizó que esto no ocurrirá.
De hecho, el martes el Ejército se replegó de varias entidades que custodiaba en Santa Cruz y en las calles los policías militares fueron rebasados e incluso agredidos por los manifestantes radicales autonomistas.
EFE
