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Nuevos brotes de violencia en Bolivia provocan decenas de heridos

Tras dos semanas de bloqueos de carreteras, los manifestantes radicalizaron su protesta con una estrategia de toma sistemática de oficinas estatales en las regiones gobernadas por autonomistas.


Nuevos brotes de violencia en las ciudades bolivianas de Santa Cruz y Tarija causaron este miércoles decenas de heridos en los choques de la policía con los opositores autonomistas que protestan contra el Gobierno de Evo Morales.



La jornada se saldó con al menos una decena de heridos en Santa Cruz y, según televisiones locales, medio centenar en Tarija, donde también se recrudecieron los choques entre agentes, manifestantes opositores y sectores afines al Gobierno.



En Santa Cruz, tras los graves enfrentamientos del martes, el día comenzó con relativa calma, pero en horas de la tarde unos 20 miembros de la opositora Unión Juvenil Cruceñista (UJC) continuaron con la toma de oficinas estatales sin que la policía hiciera nada más que retirarse.



Los «unionistas», radicales opuestos a Morales, exigen al presidente que acepte las aspiraciones autonomistas de su departamento y que devuelva a las regiones los recursos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos que fueron desviados al pago de un bono a los ancianos.



Tras dos semanas de bloqueos de carreteras, los manifestantes radicalizaron su protesta con una estrategia de toma sistemática de oficinas estatales en las regiones gobernadas por autonomistas.



La violencia estalló de nuevo en la capital cruceña cuando los opositores fueron repelidos por grupos de afines al partido de Morales, el Movimiento al Socialismo (MAS), en el momento en que trataron de asaltar la Terminal Bimodal, una estación de autobuses y trenes fundamental en las comunicaciones de la región.



Allí, los «masistas» se hicieron fuertes y tomaron como rehén a uno de los jóvenes autonomistas hasta que fue rescatado por los agentes de policía antidisturbios que llegaron al lugar poco después de la primera escaramuza.



Los «unionistas» reunieron a centenares de sus miembros y regresaron a la Bimodal, donde comenzaron un enfrentamiento con la policía que duró varias horas, hasta que los agentes terminaron por retirarse alrededor de las 18.30 (22.30 GMT).



En ese momento, al caer la noche, otro grupo de cientos de jóvenes radicales se reunió en la Plaza de Armas de la ciudad, el feudo simbólico de la oposición a Morales, y comenzó una serie de saqueos violentos en los alrededores.



En medio de una total impunidad, la turba asaltó unas oficinas del ministerio de Trabajo y otras de la empresa telefónica Entel, cuya sede principal ya había sido saqueada ayer.



Los jóvenes que trataron de llevarse como botín material de oficina casi siempre fueron reprendidos por la mayoría de sus compañeros, que les exigía que tiraran todo a las hogueras donde se quemaron muebles y computadoras.



Muchos de los simpatizantes con la oposición que asistieron como espectadores a la violencia desatada lamentaban visiblemente el «vandalismo» que se había desatado en el centro de la ciudad.



«Esto ya no es luchar por la autonomía, esto es pillaje», fue la respuesta más habitual de los consultados por Efe en la plaza.



Incluso llegó a haber algunos forcejeos y pequeños enfrentamientos entre quienes pretendían llevarse teléfonos celulares o computadoras y los que querían evitar los saqueos.



Entre tanto, muchos llamaban a «tomar» un conocido mercado del centro cruceño donde no hay ninguna institución estatal, el objetivo inicial de la protesta, pero sí numerosos comercios con valiosas mercaderías, la mayoría tiendas de electrónica.



En Tarija, la red de televisión PAT informó de al menos 50 heridos en los choques producidos en un mercado campesino que los grupos opositores atacaron durante esta jornada con la ayuda incluso de dinamita.



EFE

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