El Gobierno de Buenos Aires reaccionó así a la divulgación de unas grabaciones realizadas por el organismo de inteligencia que revelan que el empresario venezolano trató de introducir ilegalmente en el país 800.000 dólares supuestamente destinados a financiar la campaña electoral de Cristina Fernández.
Argentina redobló sus críticas este viernes contra el FBI e insistió en reclamar a EE.UU. la extradición del venezolano Guido Antonini Wilson, a quien se le incautaron 800.000 dólares presuntamente destinados a la campaña electoral de la hoy presidenta del país, Cristina Fernández.
El ministro de Justicia, Aníbal Fernández, denunció hoy que el FBI parece querer conducir las relaciones bilaterales y admitió que en el Gobierno argentino existe «preocupación» por la relación política con Estados Unidos.
Las declaraciones del ministro se producen un día después de que el Gobierno argentino acusara a EE.UU. de utilizar el llamado «caso del maletín», sometido a juicio actualmente en Miami, «con fines políticos subalternos».
«Parecería que las relaciones bilaterales, en vez de conducirlas el Departamento de Estado, las quiere conducir el FBI (Oficina Federal de Investigaciones de EE.UU.)», enfatizó Aníbal Fernández en declaraciones a radios de Buenos Aires.
El Gobierno argentino reaccionó así a la divulgación de unas grabaciones realizadas por el FBI que revelan que el empresario Antonini Wilson trató de introducir ilegalmente en el país 800.000 dólares supuestamente destinados a financiar la campaña electoral de Cristina Fernández.
Las grabaciones fueron presentadas durante el juicio que se sigue en Miami al venezolano Franklin Durán, acusado de formar parte de un grupo de agentes de Venezuela que intentó impedir que Antonini Wilson revelase el destino de los 800.000 dólares que trató de introducir de contrabando en Argentina en agosto de 2007.
Aníbal Fernández volvió hoy a poner en duda la validez de esa investigación e insistió en que se trata de «un hecho inventado».
«Las autoridades del FBI ordenaron a una mujer, según reconoció ella, traducir una carta para que fuera firmada por Antonini Wilson y luego enviada a Venezuela. Si son capaces de mentir con eso, por qué no pueden inventar el resto de las cosas», apuntó.
Aseguró que el Gobierno está sumamente interesado en que Antonini Wilson viaje a Argentina «para contar todo lo que dice saber» sobre el caso.
«Queremos que venga y cuente todo lo que tenga que contar. Y que no nos corra con la vaina», dijo al aludir a los dos pedidos de extradición del empresario presentados por la Justicia argentina, que acusa a Antonini Wilson de «lavado de dinero» y «tentativa de contrabando».
«Si Estados Unidos realmente tiene vocación de respeto y libertad por la Justicia -continuó-, que habilite la extradición» de Antonini Wilson, quien acordó colaborar con el FBI y no está procesado, aunque está llamado a testificar en el juicio contra Durán.
El ministro subrayó que el empresario venezolano «no tiene cómplices en Argentina» y remarcó que «no puede perderse de vista» que el maletín con los 800.000 dólares «no ingresó en el país porque el Estado lo impidió».
Fernández negó que Antonini Wilson hubiera estado en la sede del Gobierno argentino antes de dejar el país en agosto del pasado año, como señaló Guillermo Ledesma, un abogado que en su día se ofreció a defender al empresario venezolano en Buenos Aires.
En declaraciones a la prensa local, Ledesma aseguró que Antonini Wilson le contó que el maletín con los 800.000 dólares pertenecía al ex funcionario argentino Claudio Uberti y que el ministro de Planificación, Julio de Vido, le dijo que no se preocupara por el incidente.
Uberti, cesado por el escándalo, fue considerado el responsable político del vuelo en el que llegó a Buenos Aires procedente de Caracas junto con Antonini Wilson y directivos de las empresas estatales Petróleos de Venezuela (PDVSA) y la argentina Enarsa.
«Antonini me dijo que Uberti era el portador del maletín y le pidió que se lo llevara pero, al ser descubierto el dinero, le hizo un gesto como diciendo ‘lo siento’ y se retiró del aeropuerto», comentó Ledesma.
«Al otro día, según su versión, conversó en un acto en la Casa Rosada con Uberti y (su entonces jefe) De Vido, quien le dijo que no se preocupara, por lo que el venezolano se fue del país pensando que no tendría problemas», relató el letrado.
El «caso del maletín» provocó un enfriamiento de las relaciones entre Buenos Aires y Washington en diciembre pasado, cuando Argentina atribuyó a «operaciones basura» la divulgación de las conversaciones grabadas a los implicados que revelaban que el dinero incautado estaría destinado a la campaña de Cristina Fernández.
La Casa Blanca ha intentado desmarcarse del proceso al resaltar la independencia de la justicia estadounidense y señalar que el juicio de Miami no está dirigido contra funcionarios argentinos.
EFE
