El mandatario insistió en que el Gobierno y la oposición bolivianos «deben sentarse en torno a una mesa, y verán que es más fácil encontrar una solución negociada que permitir que el pueblo se enfrente en las calles».
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo este sábado que la reunión de líderes de Unasur convocada para el próximo lunes «solo tiene sentido» si «hay una propuesta» y el Gobierno y la oposición boliviana deciden acatarla.
«Esta reunión solo tiene sentido si hay un pedido de Bolivia y una propuesta, porque si las dos partes no están pidiendo que nos reunamos, si nosotros tomamos una decisión y luego ninguna de las partes la acata, la reunión será inútil», declaró Lula a periodistas.
Lula aludió a una reunión extraordinaria de presidentes de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) convocada para el lunes próximo por la jefa de Estado chilena, Michele Bachellet, en Santiago, para discutir la situación de violencia creada por las protestas de la oposición contra el Gobierno de Evo Morales.
El líder brasileño garantizó que «si la reunión se mantiene» está dispuesto a viajar el lunes a la capital chilena, para aclaró que antes quiere saber «para qué» y señaló que con ese objetivo hará una ronda de consultas durante el fin de semana.
Según Lula, los presidentes suramericanos «no pueden tomar una decisión por Bolivia» y antes de reunirse deben saber «qué le interesa» al Gobierno y a la oposición de ese país.
«Es importante tener claro que no tenemos derecho de tomar ninguna decisión sin la concordancia del Gobierno y de la oposición de Bolivia», pues «son ellos los que deben dar el paradigma de nuestra participación», añadió.
De otro modo, advirtió, «será una injerencia en otro país y eso Brasil no lo hará bajo ninguna hipótesis».
Lula reiteró los llamamientos al diálogo y la paz que ha hecho en los últimos días. «Apelo a mis amigos bolivianos, por amor de Dios, pues si en paz es difícil desarrollarse y crecer, en conflicto es mucho peor», declaró.
«Creo que los líderes, los políticos de Bolivia, deben comprender que el país solo tiene una oportunidad para desarrollarse, y pasa por consolidar el proceso democrático y fortalecer la Constitución», indicó.
Lula recordó que el mandato del presidente Evo Morales «acaba de ser refrendado por el pueblo» en un referendo y consideró que «la oposición puede hacer las manifestaciones que quiera», aunque aclaró que «no es posible aceptar la violencia» ni que se atente contra gasoductos o «contra países socios, como Brasil y Argentina».
Ambas naciones son los principales clientes del gas boliviano y en los últimos días han tenido el bombeo reducido por atentados contra gasoductos o por la ocupación de instalaciones petroleras atribuidas a sectores de la oposición.
Lula insistió en que el Gobierno y la oposición bolivianos «deben sentarse en torno a una mesa, y verán que es más fácil encontrar una solución negociada que permitir que el pueblo se enfrente en las calles».
El presidente lamentó el fallecimiento de al menos 16 personas en las protestas y afirmó: «no deberíamos tener ningún muerto en Bolivia ni en otro país», pues las sociedades «no precisan confrontaciones, sino diálogo y desarrollo».
Sobre los bloqueos que grupos de oposición mantienen desde hace dos días en algunos pasos fronterizos con Brasil, Lula declaró que «deberían saber que al mantener la frontera cerrada quienes pierden son ellos».
«Siempre pierde el más pobre», sostuvo.
EFE
