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Afines a Morales marchan en La Paz por justicia en Pando y contra EE.UU

Las dos manifestaciones tenían como punto final la embajada de Estados Unidos pero un fuerte dispositivo policial impidió la llegada de los seguidores de Morales a esta legación diplomática.


Miles de seguidores del presidente Evo Morales se manifestaron este lunes en La Paz para pedir justicia por las muertes violentas en la región de Pando, en dos marchas donde también corearon lemas contra Estados Unidos.



Sindicatos y asociaciones de El Alto -ciudad aledaña a La Paz, mayoritariamente indígena y feudo de Morales- exigieron al grito de «no más impunidad» prisión para el prefecto (gobernador) de Pando, el opositor Leopoldo Fernández al que acusaron de la «sanguinaria masacre» en su región.



Las dos manifestaciones tenían como punto final la embajada de Estados Unidos pero un fuerte dispositivo policial impidió la llegada de los seguidores de Morales a esta legación diplomática.



Horas antes de estas manifestaciones, el ministro de Gobierno (Interior) de Bolivia, Alfredo Rada, había pedido a estos movimientos sociales la desconvocatoria de una marcha hacia la Embajada.



«Esta marcha ya no tiene mayor sentido ya que (Philip) Goldberg ha salido del país», dijo Rada, quien confirmó que el embajador estadounidense se marchó el domingo por la tarde de Bolivia, después de ser declarado «persona non grata» por el presidente Morales.



Con los gritos de «Bolivia de pie, nunca de rodillas» y «Patria o muerte: venceremos» -las mismas expresiones que Morales usa al final de sus discursos ante sus bases- la marcha se desarrolló sin incidentes.



Los seguidores de Morales quemaron un muñeco que simbolizaba al prefecto Leopoldo Fernández y una bandera de Estados Unidos para expresar su «repudio a cualquier intervención extranjera».



En este sentido, el dirigente gremial Rodolfo Masilla saludó al presidente Morales por expulsar del país al embajador Philip Goldberg.



Masilla hizo de portavoz de sus compañeros para pedir «cárcel para los criminales del Conalde (las siglas del bloque opositor autonomista de Bolivia) y sus jefes, Rubén Costas -prefecto de Santa Cruz- y Leopoldo Fernández, al que tachó de «asesino sanguinario».



El dirigente gremial se manifestó a favor del «proceso de cambio» liderado por Morales y propuso la expulsión de los «diputados de la oligarquía» y de los senadores de la oposición.



Asimismo Masilla instó al Congreso a la aprobación del referendo de la nueva Constitución donde, a su juicio, «todos los sectores» están representados.



EFE

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