Según la agencia PTI, después del tiroteo la situación en Jamia Nagar era tensa, los establecimientos cerraron sus puertas y las autoridades desplegaron más de 5.000 efectivos policiales.
Dos presuntos terroristas y un inspector de la Policía murieron este viernes durante el asalto de fuerzas especiales indias a una vivienda del sur de Nueva Delhi en la que se escondían sospechosos de los últimos atentados en la capital y la ciudad de Ahmenabad, informó una fuente policial.
Una unidad antiterrorista acudió a la vivienda, situada en el barrio musulmán de Jamia Nagar, y fue recibida a disparos por sus ocupantes.
Según fuentes policiales citadas por la agencia india PTI, en el tiroteo, que duró una hora, murieron dos presuntos terroristas y dos agentes indios resultaron heridos, uno de los cuales falleció posteriormente.
Además, la operación resultó en el arresto de un tercer sospechoso, mientras los otros dos ocupantes de la vivienda lograron escapar del cerco policial, añadió.
La Policía y comandos especiales indios rodearon la vivienda esta mañana tras recibir una confesión según la cual servía de piso franco para una célula terrorista.
La confesión la hizo Abu Basher, el principal sospechoso del atentado múltiple de julio pasado en Ahmenabad, quien ayer, jueves, fue trasladado a Delhi para ser interrogado.
De acuerdo con la Policía, Basher les identificó la vivienda de Jamia Nagar, próxima a una mezquita, donde él y el supuesto cerebro del atentado del pasado sábado en Nueva Delhi, Subhan Qureshi, se habían escondido en julio pasado.
La fuente policial dijo que los presuntos terroristas eliminados hoy fueron un insurgente identificado como Atif, próximo a Qureshi, y su cómplice Sajid, ambos del estado septentrional indio de Uttar Pradesh.
El comisario de la Policía de Nueva Delhi, Y. S. Dadwal, aseguró que «Atif era uno de los líderes del grupo Indian Mujahidin» y agregó que el fallecido «jugó un papel clave en las explosiones en cadena de Delhi. Era uno de los principales (sospechosos) en búsqueda».
Un total de 24 personas murieron y medio centenar resultaron heridas por la explosión el pasado sábado de cinco bombas en zonas comerciales y de ocio de la capital india.
El ataque en Delhi era el cuarto atentado múltiple de este año contra grandes urbes indias del que se responsabilizó Indian Mujahidin, que la Policía considera una nueva denominación del proscrito Movimiento Islámico de Estudiantes de la India (SIMI).
En Ahmenabad, en el estado occidental indio de Gujarat, 38 personas fallecieron por la explosión de 16 artefactos el pasado 26 de julio.
Según PTI, después del tiroteo la situación en Jamia Nagar era tensa, los establecimientos cerraron sus puertas y las autoridades desplegaron más de 5.000 efectivos policiales.
Además, vecinos indignados salieron a las calles a protestar contra la Policía y aseguraron que los agentes habían depositado los cadáveres en la vivienda para fingir el enfrentamiento.
Mientras, desde los altavoces de la mezquita de Jamia Nagar se reproducían mensajes que instaban a la calma y a la paz a las multitudes que habían salido a la calle.
EFE
