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Morales pide a la oposición flexibilidad en un diálogo sin avances concretos

En la práctica, el diálogo para solucionar la grave crisis del país todavía no ha tenido un avance sustancial y se ha centrado en el trabajo de las comisiones temáticas que aún discuten un informe que presentarán al mandatario en las próximas horas. El mandatario dijo que era »bienvenida» la petición de los sectores sociales de incorporarse a la negociación, lo cual, sin embargo, podría añadir más complejidad a las conversaciones según han reconocido fuentes del mismo oficialismo y de la oposi


El presidente de Bolivia, Evo Morales, pidió este sábado a la oposición flexibilidad en la tercera jornada del diálogo en la que aún no se han registrado avances concretos para lograr una solución a la grave crisis del país.



El mandatario dijo en una rueda de prensa estar esperanzado en que la presencia de representantes de la Organización de Estados Americanos (OEA), Naciones Unidas, Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Unión Europea «puede permitir flexibilizar a algunos prefectos».



Las negociaciones cumplieron su tercer día en la ciudad central de Cochabamba, donde principalmente se trata el reparto de los impuestos de hidrocarburos, el proyecto de nueva constitución y las autonomías que demandan varias regiones.



Morales también insistió en su pedido a los grupos opositores de que devuelva a control del Estado las once instituciones que todavía mantienen ocupadas, del medio centenar que en total llegaron a ser tomadas durante la ola de conflictos y violencia que vivió el país la semana pasada.



El mandatario destacó la apertura de su Gobierno para hablar con la oposición, pese a que, según dijo, la misma declaración de Unasur firmada en Chile esta semana planteaba la desocupación de las entidades para dar comienzo al diálogo.



«Antes de que devuelvan las instituciones empezamos el diálogo dos días atrás inclusive con personas que cometieron actos sediciosos estamos dialogando, es la mejor apertura», remarcó el mandatario refiriéndose a los prefectos (gobernadores) opositores.



Morales también reiteró que ha hecho consultas, «de manera muy sincera y clara», a los movimientos sociales, los indígenas, campesinos y mineros, para abrir el proyecto de la nueva Constitución y revisar el capítulo referido a las autonomías.



«Es un gran desprendimiento de sectores sociales que apostaron por la nueva Constitución», subrayó el mandatario quien, sin embargo, justificó la movilización que realizan los campesinos cerca de la ciudad de Santa Cruz, feudo de opositores a Morales y donde desde el viernes se realiza la mayor feria económica del país.



«No es un cerco, es una movilización de los sectores sociales en defensa de la democracia», dijo Morales, quien tiene la esperanza de un acuerdo hasta mañana, ya que debe viajar el lunes a Nueva York para asistir un día después a una asamblea de la ONU.



Morales incluso dijo que era «bienvenida» la petición de los sectores sociales de incorporarse a la negociación, lo cual, sin embargo, podría añadir mas complejidad a las conversaciones según han reconocido fuentes del mismo oficialismo y de la oposición.



El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, quien se encuentra en Bolivia desde el viernes, también apuntó la necesidad de que finalmente se concrete la entrega de todas las instituciones del Estado, pero al mismo tiempo se levanten los bloqueos de rutas.



En lo referente a la demanda de las regiones de que el Ejecutivo les devuelva los recursos recortados de la renta petrolera en enero pasado para una ayuda a la vejez, las partes ratificaron sus puntos de vista enfrentados, aunque, según el Gobierno, hay «propuestas concretas» para zanjar el tema que aún no fueron precisadas.



Morales ratificó su propuesta de que incluso se aumenten los fondos para pagar una mayor bono a los mayores de 60 años, aunque no precisó de qué presupuesto saldrían esos nuevos recursos.



En la práctica, el diálogo para solucionar la grave crisis del país todavía no ha tenido un avance sustancial y se ha centrado en el trabajo de las comisiones temáticas que aún discuten un informe que presentarán al mandatario en las próximas horas.



Durante toda la jornada, las partes intentaron consolidar la mesa de los debates del plenario, pero se mantuvieron intensas reuniones con la presencia de Insulza y del enviado por Unasur, Juan Gabriel Valdez.



El ex canciller chileno Valdez remarcó que Unasur apoya al Gobierno de Morales, al que considera «extraordinariamente representativo de un pueblo noble que desea un futuro mejor».



«Nos sentimos depositarios de una esperanza regional en una nueva organización que es Unasur, que tiene una tarea importante que desarrollar en el apoyo a la democracia y al desarrollo en el continente», comentó el diplomático.





EFE

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