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Guido Antonini revela que existía otro maletín con 4,2 millones de dólares

Según las pruebas presentadas por la Fiscalía Federal de EEUU en el juicio, el dinero que portaba estaba presuntamente destinado a la campaña electoral de la actual presidenta de Argentina, Cristina Fernández, y procedía de las arcas de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).


Guido Alejandro Antonini Wilson, el testigo estrella de la Fiscalía Federal de EE.UU. en el juicio por el «caso del maletín» en Miami, reveló este martes que había otros 4,2 millones de dólares en el vuelo en el que llegó a Buenos Aires con 800.000 dólares que le fueron incautados en agosto del 2007.



Antonini, en su primera comparecencia en el tribunal, testificó hoy que tuvo conocimiento de la segunda valija durante una conversación en un hotel con Diego Uzcátegui Matheus, ex gerente general de PDVSA América, filial de la estatal PDVSA.



Uzcátegui preguntó a Antonini qué había sucedido en el aeropuerto Jorge Newbery de Buenos Aires, donde le decomisaron los 800.000 dólares, y dónde estaba la otra maleta «con la plata».



«¿Qué otra plata?», preguntó Antonini, a lo que Uzcátegui habría respondido que se refería a los 4,2 millones de dólares que iban en otro maletín.



Según las pruebas presentadas por la Fiscalía Federal en el juicio, el dinero que portaba Antonini estaba presuntamente destinado a la campaña electoral de la actual presidenta de Argentina, Cristina Fernández, y procedía de las arcas de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).



El empresario venezolano-estadounidense asistió al tribunal vestido con un traje negro, camisa blanca, corbata roja, bronceado y con unos cuantos kilos menos.



Durante su testimonio evitó mirar de frente a su compatriota Franklin Durán, acusado de conspirar y actuar como un agente del Gobierno venezolano para encubrir el origen y destino del dinero.



El empresario, de 46 años, sostuvo que desconocía que había maletas con dinero en el avión donde viajaban varios funcionarios de la empresa argentina Enarsa y de PDVSA.



Declaró en inglés que voló en la aeronave por invitación de Claudio Uberti, ex titular del Organismo de Control de Concesiones Viales (OCCOVI) de Argentina, cargo al que tuvo que renunciar a los pocos días de estallar el escándalo del maletín.



Cuando el fiscal federal Thomas Mulvihill preguntó cuál era el motivo de la invitación, Antonini explicó que Uberti quería finiquitar detalles de un negocio sobre el suministro a Argentina de tuberías para gas.



Luego contó que el famoso maletín con los 800.000 dólares cayó en sus manos porque era la última pieza del equipaje cuando se bajaban del avión.



En ese momento, prosiguió Antonini, una agente de aduanas de Argentina le pidió que la abriese.



«¿Qué lleva usted?», preguntó la funcionaria, a lo que Antonini respondió que no sabía, pero que podían ser libros por el peso.



La funcionaria procedió a inspeccionar el maletín y al abrirlo halló el dinero. Antonini miró a Uberti y a Daniel Uzcátegui, el hijo de Diego Uzcátegui, buscando respuestas sin encontrarlas.



Otra de las revelaciones del empresario fue que Daniel Uzcátegui en un momento en que el funcionario de Aduanas se alejó del maletín, presuntamente tomó parte del dinero, se lo guardó en los bolsillos y también colocó 30.000 dólares en el equipaje de Antonini.



Antonini al llegar a Estados Unidos le entregó ese dinero a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).



Un día después del decomiso del dinero en Argentina, aseguró que asistió a una recepción que organizó el entonces presidente de ese país, Nestor Kirchner, a su homólogo venezolano, Hugo Chávez, en la Casa Rosada, sede del Gobierno argentino.



Victoria Bereziuk, asistente de Uberti, le llevó al evento donde además se encontraba el ministro argentino de Planificación, Julio de Vido, según testificó.



Cuando estalló el escándalo del maletín, dijo Antonini, sus socios Durán y el también venezolano Carlos Kauffman, le plantearon que viajara a España o Israel mientras se acallaba la situación.



Al finalizar su primer día de testimonio, Antonini abandonó el tribunal en compañía de su abogada, Theresa Van Vliet, en medio de una nube de periodistas de Argentina, Estados Unidos y Venezuela.



Pero Van Vliet aclaró que su cliente no podía declarar a la prensa y fue escoltado por un agente de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) y del FBI hacia un lujoso vehículo negro.



Antes de Antonini, subió al estrado el director del Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA) para Venezuela, Thomas Adler, también testigo de la Fiscalía Federal.



Adler declaró que nunca habló con Durán sobre el caso, ni se reunió con él cuando estalló el escándalo, tal como el acusado sostuvo en una conversación con Antonini y que éste grabó para el FBI.



Durán aseveró que habló con Adler, quien le dijo: «ya sabe que es mentira, que no tiene nada que ver (el caso) con drogas. Yo no te estoy diciendo ni un cuentico así».



Con el testimonio de Adler la Fiscalía Federal buscó derribar la credibilidad de Durán, a quien su abogado ha presentado como un empresario que estaba tratando sólo de ayudar a un amigo.



Antonini no afronta cargos en el juicio en Miami, pero en Argentina está acusado de lavado de dinero e intento de contrabando y se ha solicitado su extradición a EE.UU., mientras Venezuela dictó una orden de captura en su contra.



EFE

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