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Obama pide unidad ante crisis financiera y afirma que debate debe realizarse

»Nuestra economía está en crisis y estamos luchando en dos guerras en el exterior. Los estadounidenses se merecen escuchar lo que el senador McCain y yo mismo tenemos que decir de la dirección del país», sostuvo el candidato demócrata. El intercambio de ideas fijado para el viernes estará marcado por la decisión del Senado respecto del plan de rescate elaborado por la Casa Blanca y que el presidente George W. Bush pidió aprobar «para evitar »una larga y dolorosa recesión».



El candidato demócrata a las presidenciales de EE.UU., Barack Obama, pidió este jueves la unidad de los partidos en estos momentos de grave crisis financiera e insistió en que, ante ese peligro, el debate previsto para este viernes con su rival, John McCain, debe de celebrarse.



«Nuestra economía está en crisis y estamos luchando en dos guerras en el exterior. Los estadounidenses se merecen escuchar lo que el senador McCain y yo mismo tenemos que decir de la dirección del país», dijo Obama, en su intervención por teleconferencia en los debates de la Iniciativa Global del ex presidente Bill Clinton.



El senador demócrata por Illinois subrayó que demócratas y republicanos tienen que estar unidos y cooperar en estos momentos de crisis, y aseguró que «el momento es demasiado serio como para suspender la campaña o ignorar todos los asuntos a los que el próximo presidente tendrá que enfrentarse».



Obama reiteró así su disposición a celebrar el debate presidencial previsto para el 26 de septiembre con su rival republicano, quien el miércoles anunció la suspensión de su campaña para ocuparse plenamente de la crisis financiera.



El candidato demócrata, al igual que hizo McCain algo más de una hora antes que él, se refirió al multimillonario plan de rescate de Wall Street, diseñado por la administración del presidente George W. Bush por 700.000 millones de dólares.



Obama, que calificó la actual crisis financiera como la peor de EE.UU. desde la época de la Gran Depresión, aseguró que la situación requiere de una acción inmediata para restaurar la confianza en la economía estadounidense.



Aunque se mostró favorable a ese plan de rescate, consideró que era «ultrajante encontrarse en una situación en la que los contribuyentes tienen que cargar con el peso de la avaricia y de la irresponsabilidad de Wall Street y Washington».



Para dar su visto bueno a ese plan, el candidato demócrata pidió que se cree un órgano independiente y bipartidista que se encargue de vigilar esa iniciativa, en una propuesta similar a la hecha poco antes por McCain.



«Si los contribuyentes estadounidenses financian esta solución, entonces debería de tratárseles como inversores, y eso significa que Wall Street y Washington tendrían que devolverles hasta el último céntimo cuando la economía se recupere», planteó.



También indicó que no se puede proceder a un rescate de ese tipo sin ayudar también a los «millones de propietarios que luchan por conservar sus casas».



Obama agradeció, además, al anfitrión Bill Clinton la invitación para sumarse a los debates que cada año organiza en paralelo a la reunión de la Asamblea General de la ONU y destacó su labor en favor de crear un modelo de responsabilidad individual y acción colectiva en favor de los más desfavorecidos del mundo.



El llamado de Bush



En tanto, el presidente George W. Bush, llamó anoche a los ciudadanos y al Congreso a apoyar el multimillonario plan de rescate de su Gobierno con la advertencia de que, de lo contrario, el país podría entrar en una «larga y dolorosa recesión».



«Sin una acción inmediata por parte del Congreso, Estados Unidos podría caer en un pánico financiero, a lo que seguiría una situación agobiante» en el país, dijo Bush en un mensaje a la Nación.



«No debemos permitir que esto ocurra. Debemos actuar lo antes posible», sostuvo el mandatario, en lo que The New York Times calificó como su discurso más importante desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.



El presidente, un firme defensor del libre mercado, reconoció que en condiciones normales se opondría a un plan de intervención de la dimensión que maneja su Gobierno: 700.000 millones de dólares en la compra de activos dañados de la banca.



Pero, según afirmó, «las situaciones extraordinarias merecen acciones extraordinarias», y la crisis actual requiere una maniobra «inmediata, porque de lo contrario el país entraría en una larga y dolorosa recesión».



En su discurso a la nación, pronunciado desde la Casa Blanca, el presidente trató de convencer al pueblo estadounidense de que se debe apoyar el plan de rescate.



«Estamos en medio de una grave crisis financiera y el Gobierno está respondiendo con acciones contundentes», dijo Bush, quien advirtió también de que los mercados no están «funcionando apropiadamente» y se ha perdido la confianza en ellos.



Bush insistió en que los principales sectores «están en riesgo» y más bancos podrían entrar en bancarrota si el Congreso no accede a apoyar el plan de medidas.



El presidente se dirigió al país inmediatamente después de invitar a los líderes del Congreso y a los candidatos republicano y demócrata, John McCain y Barack Obama, a una reunión este jueves en la Casa Blanca para tratar de llegar a un compromiso conjunto sobre el rescate.



EFE

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