La semana pasada, esa sustancia fue detectada por las autoridades hongkonesas en caramelos de la marca White Rabbit, cereales de la multinacional Heinz, galletas de la empresa china Silang, pasteles de Four Seas y leche de Nestlé.
El Centro de Seguridad Alimentaria de Hong Kong detectó este miércoles un exceso de melamina en un tipo de pastel elaborado por el grupo japonés-surcoreano de dulces «Lotte», por lo que instó a la firma a que cese su venta y solicitó a la población que no consuma el producto.
La agencia oficial de noticias china, Xinhua, detalló, por su parte, que el producto, un pastel de queso cremoso envasado en paquetes de seis porciones, contenía un nivel de melamina de 3,4 ppm (partes por millón), cuando el límite está fijado en 2,5 ppm.
El citado centro de control alimenticio explicó, asimismo, que de las últimas 78 muestras analizadas, sólo halló un exceso de melamina en el producto de Lotte.
«Hemos informado de los resultados a la compañía y les hemos pedido que cesen la venta del producto. A su vez, hemos enviado cartas de advertencia a los minoristas e importadores, que retirarán el producto», señaló un portavoz del referido centro, citado por Xinhua.
El funcionario subrayó, además, que este organismo recurrirá a los tribunales en caso de hallar «suficientes evidencias».
«Dados los niveles de melamina encontrados, se aconseja a la población que no consuma el producto», insistió.
Este producto no es primero que presenta niveles superiores de melamina a los permitidos en los análisis realizados por las autoridades de Hong Kong, donde al menos cinco niños están afectados por la ingesta de leche contaminada por el compuesto químico.
La semana pasada, esa sustancia fue detectada por las autoridades hongkonesas en caramelos de la marca White Rabbit, cereales de la multinacional Heinz, galletas de la empresa china Silang, pasteles de Four Seas y leche de Nestlé.
Cuatro bebés murieron y unos 53.000 niños enfermaron en China tras consumir leche adulterada con melamina, un componente químico industrial usado en la fabricación de plásticos con el que se pretendió hacer creer a los procesadores que la leche vendida era rica en nutrientes.
El escándalo amenaza con arruinar el sector lácteo chino, ya que los consumidores nacionales han comenzado a reducir drásticamente el consumo de leche y derivados, y numerosos países en todo el mundo prohibiendo la importación de este tipo de alimentos.
EFE
