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BID: Desaceleración económica afectará a remesas a América Latina

Según el análisis, los emigrados latinoamericanos y caribeños enviarán unos 67.500 millones de dólares a sus países de origen este año, frente a los 66.500 millones de dólares en el 2007.


Las remesas a América Latina caerán por primera vez en diez años debido a la desaceleración económica y a la inflación, según un informe de previsiones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicado este miércoles.



El Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del BID calcula que las transferencias de dinero de emigrados bajarán en términos reales debido a una combinación de efectos como la desaceleración económica en Estados Unidos y España, la inflación y la debilidad del dólar.



Según el análisis, los emigrados latinoamericanos y caribeños enviarán unos 67.500 millones de dólares a sus países de origen este año, frente a los 66.500 millones de dólares en el 2007.



Sin embargo, debido a la alta tasa de inflación, las remesas de 2008 tendrán un valor del 1,7 por ciento menos que el monto del año anterior.



Este será el primer descenso en el valor de las remesas a la región desde que en el año 2000 el FOMIN comenzó a analizar estos flujos de dinero que canalizan los inmigrantes.



Las nuevas proyecciones se basan en datos mensuales y trimestrales de nueve bancos centrales en países de América Latina que reciben alrededor del 88,5 por ciento del total de remesas que llegan a la región.



A principios de este año el FOMIN señaló que las remesas a México, el país latinoamericano que más dinero recibe de sus emigrados, ya no estaban creciendo.



Brasil fue el primero que experimentó un descenso en 2007, mientras que Guatemala y El Salvador han visto reducciones en las remesas durante este año.



Entre las causas que explican estos descensos el FOMIN pone como ejemplo que en Estados Unidos las tasas de desempleo para personas de origen latinoamericano han aumentado en el último año por encima de las del resto de la población.



Otros factores son la inflación, impulsada por la carestía de los alimentos y los combustibles, así como la debilidad del dólar, particularmente en los países donde la moneda local se ha fortalecido contra la divisa estadounidense.



También la aplicación más estricta de medidas contra la inmigración ilegal y el aumento de oportunidades económicas en los países de origen de los emigrados, especialmente en el caso de los brasileños, han hecho que este descenso sea notable.



Pese al cambio de tendencia, las remesas a América Latina y el Caribe aún superan en volumen a toda la cooperación externa y la inversión extranjera directa en la región.



Según el BID, las remesas son y seguirán siendo una fuente de ingresos vital para millones de hogares.



«Las personas que ya están en el extranjero se adaptarán buscando nuevos empleos o reduciendo su consumo para poder continuar enviando dinero a sus familias», señaló el presidente del BID, Luis Alberto Moreno.



El BID señaló que sería importante que millones de familias que reciben remesas y permanecen excluidas de los sistemas financieros formales, entren en el sistema bancario para que puedan recurrir a servicios que les permitan ahorrar para épocas de estrechez económica.



EFE

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