Una portavoz de Naciones Unidas, Elena Ponomareva, confirmó a los periodistas que la «reunión plenaria» había comenzado en una zona de acceso restringido y aseguró que no contaba con la lista oficial de participantes.
La primera reunión entre Rusia y Georgia tras el conflicto armado que los enfrentó en agosto pasado se inició hoy en la sede de la ONU en Ginebra en un ambiente dominado por la extrema reserva por lo delicado del encuentro.
«Se trata de discusiones muy complejas a puerta cerrada y que van a durar todo el día», declaró.
En un hecho inédito en las numerosas reuniones diplomáticas que se celebran en la ONU, se informó a los fotógrafos de prensa que no estaban autorizados a tomar fotos de la entrada de las delegaciones.
Fuentes diplomáticas pudieron confirmar únicamente la presencia del viceministro de Asuntos Exteriores de Georgia, Grigol Vashadze, y de su homólogo ruso, Grigori Karassine, en un encuentro que se produce sólo dos mes después de la guerra que protagonizaron por las repúblicas separatistas de Osetia del Sur y Abjasia.
El proceso, que está auspiciado por la Unión Europea, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y la ONU, tiene el propósito de resolver los problemas más urgentes que dejó ese conflicto, particularmente la suerte de los desplazados y refugiados.
Según fuentes diplomáticas vinculadas al proceso, la organización de esta reunión fue muy complicada por las posiciones tan opuestas que mantienen georgianos y rusos, así como por la designación de las partes que estarían representadas en la mesa de diálogo.
Moscú puso como condición que estuvieran presentes delegados de Osetia del Sur y de Abjasia, cuya independencia reconoció a finales de agosto.
Un diplomático de Georgia, que se detuvo brevemente antes de entrar a la zona donde se celebra la reunión, dijo a los periodistas que la delegación de su país incluía también representantes de esas dos repúblicas, es decir, del sector pro-georgiano.
Anoche, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, sostuvo que éste es «sólo el principio de un proceso» para buscar un acuerdo duradero.
Recalcó que el objetivo inicial es restaurar la confianza entre las partes y abordar las necesidades humanitarias en el terreno.
Los asuntos pendientes (de carácter político y jurídico), agregó, serán analizados posteriormente.
