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El regreso del Estado en gloria y majestad

La presidenta de Argentina envió este martes al Congreso un proyecto de ley para estatizar los fondos privados de jubilaciones. Justificó su polémica decisión afirmando que era necesaria para contrarrestar el impacto negativo que ha tenido la crisis financiera global sobre las pensiones.


Por Max Seitz, BBC Mundo

«Creo que es obvio el contexto nacional e internacional en el que se adopta esta medida. Hoy en el mundo, cuando vemos que aparecen las pérdidas, vuelve la figura del Estado», dijo la mandataria durante un acto en la sede de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses), en Buenos Aires.

Añadió que, con el fin del régimen de jubilaciones privadas, se terminaban las «políticas de saqueo» implementadas en la década de los años 90 en Argentina.
Si la iniciativa prospera en el Congreso, 9,5 millones de trabajadores que aportan a las llamadas AFJP (Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones) pasarán al sistema público de retiro, que cuenta con cuatro millones y medio de afiliados.

Se conformará así un régimen estatal único denominado Sistema Previsional Argentino (SIPA). Fernández dijo que se trataba de un cambio «estratégico» y «solidario» en defensa de los jubilados.

¿Rescate?

Las AFJP han invertido el dinero de los beneficiarios mayormente en acciones, bonos del Estado y depósitos bancarios a plazo fijo con el fin de multiplicar su capital.
Pero como consecuencia del reciente colapso bursátil y crediticio en todo el mundo, los aportes de los trabajadores han sufrido una marcada depreciación, si bien ya registraban un retroceso desde el año pasado.

Según cálculos oficiales, en los últimos doce meses las AFJP han acumulado pérdidas del 20% y en el futuro podrían verse en dificultades de pagar las pensiones mínimas.
Hoy, cerca de medio millón de argentinos que ya cobran una jubilación privada reciben menos dinero del esperado.

Por eso, el gobierno argentino ha calificado la estatización de los fondos privados de pensiones como un «salvataje» análogo al que ha realizado Estados Unidos con su sistema financiero.

Sin embargo, la oposición desconfía de las motivaciones del oficialismo, al que acusó de querer «apoderarse» de los fondos de la AFJP, que ascienden a unos US$30.000 millones distribuidos en distintas inversiones.

Para los detractores de la presidenta Fernández, el gobierno quiere el dinero para usarlo con fines políticos o para evitar una moratoria de pagos (o default) de su deuda pública, ya que debe afrontar importantes vencimientos el año próximo. Todo esto ha sido negado por el oficialismo.

Aún así, la líder del partido Coalición Cívica, Elisa Carrió, adelantó que el oficialismo encontrará una firme oposición a su iniciativa en el Congreso: «El problema acá es la intención del gobierno. Una cosa es ir a una reforma seria y otra es usar esa excusa para apoderarse de los fondos».

La reacción de las AFJP tampoco se hizo esperar. Horacio López Santiso, presidente de la firma Profesión, rechazó la estatización de las jubilaciones privadas y recomendó a los beneficiarios que se «dediquen a hacerle juicio» al Estado.

Ni siquiera la Justicia se quedó afuera de la polémica. Un juez dispuso que las AFJP no podrán modificar la composición de su cartera durante siete días para garantizar la integridad de los fondos ante su eventual traspaso al sistema público.

Mercado en baja

El anuncio del gobierno tuvo repercusiones negativas en los mercados. El índice Merval de la bolsa de Buenos Aires cayó un 9% este martes, mientras que el índice de riesgo-país que elabora el banco de inversiones JP Morgan trepó a casi 1.600 puntos para Argentina, es decir un 15% más que en la jornada previa.
Las AFJP fueron creadas en 1994 a semejanza de las aseguradoras chilenas (AFP, Administradoras de Fondos de Pensiones).

La Unión de AFJP, que reúne a todas las administradoras de jubilaciones del país, afirmó que la depreciación de los fondos de pensión por crisis financiera global es «coyuntural».

Para esta entidad, la turbulencia financiera ha causado tan sólo un traspié en medio de un largo período de crecimiento de las jubilaciones privadas que, desde 1994, han acumulado una rentabilidad de más del 7% (considerando la inflación). Y recomendó esperar hasta que se recuperen los mercados.

Para economistas independientes como Martín Krause, director del Centro de Investigaciones de Instituciones y Mercados de Argentina (CIIMA), la gran pregunta es que pasará en el futuro con los aportes que hasta ahora manejaban las AFJP, teniendo en cuenta que en el pasado la gestión estatal de las pensiones «ha estado lejos de ser óptima».

«Hoy el 90% de los jubilados del sistema de reparto cobra apenas el mínimo, es decir que no tuvo la posibilidad de ver crecer sus contribuciones y obtener réditos de ellas», dijo Krause a BBC Mundo.

En América Latina

La menor rentabilidad de los fondos privados de pensiones no es un fenómeno exclusivamente argentino: se observa también en otros once países de América Latina y el Caribe que poseen un régimen obligatorio de capitalización de jubilaciones.

Según la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP), en esta lista figuran Chile, Uruguay, Bolivia, Perú, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, República Dominicana y México.

«En todos estos países las jubilaciones privadas se han visto arrastradas por la caída de los mercados, porque las aseguradoras invierten un porcentaje de su capital en títulos y bonos», explicó Krause.

«Sin embargo, no hay que perder de vista que las empresas administradoras plantean un ahorro a largo plazo y que el desplome actual de los fondos de pensión puede revertirse en el futuro. Es una posibilidad, habrá que ver qué pasa», aclaró.

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