La organización anunció la suspensión de sus operaciones de ayuda en la Franja después de que una persona muriera y dos resultaran heridas cuando uno de sus montacargas fue atacado por un tanque en el paso fronterizo de Erez. La agencia para los refugiados palestinos señaló que no entregará más asistencia «hasta que las autoridades israelíes puedan garantizar nuestra protección y seguridad».
Luego de la muerte por un ataque israelí de un conductor de uno de sus convoyes en la Franja de Gaza la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA, por su sigla en inglés) anunció la suspensión de sus operaciones en la zona.
En tanto la Cruz Roja Internacional también acusó a Israel de no cumplir con su obligación de proteger a los civiles heridos en Gaza.
«La máxima prioridad del Comité Internacional de la Cruz Roja en este momento es poder tener acceso a los heridos, algo que Israel no nos ha permitido», le dijo a BBC Mundo Christian Cardon, portavoz de la Cruz Roja en Líbano.
En el frente diplomático, Estados Unidos, el Reino Unido y Francia retiraron sus objeciones a una resolución de Naciones Unidas exigiendo un cese inmediato de las hostilidades. Las naciones árabes estudian ya en un borrador de la propuesta.
Hasta el miércoles los tres países se habían inclinado por una declaración, una figura con mucho menos peso en el lenguaje diplomático, explicó la corresponsal de la BBC en la sede de Naciones Unidas, Laura Trevelyan.
Pero los ministros de relaciones exteriores de los países árabes sostienen que cualquier documento con menos preponderancia que una resolución vinculante exigiendo un cese inmediato de las hostilidades sería una respuesta inadecuada a la crisis, dice nuestra corresponsal.
El borrador en consideración llama a un cese de las hostilidades, que se detenga el contrabando de misiles hacia Gaza por la frontera de Egipto y que se abran los pasos fronterizos para que pueda entrar la ayuda humanitaria.
«Pesar»
Las Naciones Unidas indicaron que «con profundo pesar» se había visto obligada a tomar esa difícil decisión.
«Nuestras instalaciones han sido atacadas, nuestros trabajadores han muerto, a pesar de que el ejército israelí tiene las coordenadas de nuestras instalaciones y de que todos nuestros movimientos los hacemos en coordinación con el ejército israelí», dijo el portavoz de UNWRA, Chris Gunnes.
El ejército de Israel no ha dado ninguna respuesta a las acusaciones de la ONU, pero aseguró que está investigando el incidente de Erez.
El Comité Internacional de la Cruz Roja, por su parte, denunció que su personal encontró a cuatro niños muy débiles al lado de los cadáveres de sus madres en la ciudad de Zaitoun, que fue objeto de ataques de artillería.
El ejército israelí tampoco ha respondido a esta acusación, pero asegura que trabaja muy de cerca con los grupos de ayuda para que los civiles puedan recibir asistencia.
Entre tanto, la organización humanitaria Amnistía Internacional acusó al ejército israelí y a Hamas de utilizar a los civiles como escudos humanos.
