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Obama, frente al reto de reactivar la economía y reducir el déficit

El mandatario promoverá una serie de recortes fiscales y un incremento impositivo para reducir por la mitad el déficit para 2013, pero su propuesta chocó con la oposición republicana. La idea es reducir por la mitad, a 533.000 millones de dólares, el déficit nacional para el año 2013, cuando concluya su primer mandato. Sin embargo, esto ya presenta algunas dificultades, debido a que la mayoría de los republicanos, que rechazaron el plan de estímulo, ahora también se oponen a varios componentes de la propuesta presupuestaria.


El Presidente de EE.UU., Barack Obama, afronta el doble reto de combatir la erosión económica y reducir el déficit, que según algunos pronósticos podría llegar a dos billones de dólares este año.

Ambos asuntos dominarán la «cumbre fiscal» que convocó el mandatario para este lunes por la tarde en la Casa Blanca y serán discutidos, horas antes, con los gobernadores.

La «cumbre» reunirá a unos 130 expertos para consensuar ideas sobre cómo sacar a la economía del atolladero sin agravar el déficit de 1,3 billones de dólares que la joven Administración heredó del Gobierno de Bush.

Durante y después de la contienda, Obama ha dicho que EE.UU. tendrá que hacer sacrificios para recuperar su salud fiscal.

La idea de Obama es reducir por la mitad, a 533.000 millones de dólares, el déficit nacional para el año 2013, cuando concluya su primer mandato.

El problema no es solo aritmético sino también político: la mayoría de los republicanos, que rechazaron el plan de estímulo, ahora también se oponen a varios componentes de la propuesta presupuestaria.

Según medios locales, que citan fuentes anónimas del Gobierno, un resumen del plan presupuestario para el año fiscal 2010 que entregará Obama al Congreso el próximo jueves incluye recortes en la financiación de las guerras en Irak y Afganistán y la eliminación de algunos programas federales.

También prevé eliminar los recortes tributarios de la era de Bush, que finalizan en 2010 y que benefician a quienes ganan más de 250.000 dólares anuales. Eso, protestaron hoy los republicanos, se traduce en la práctica en un incremento de impuestos.

El líder de la minoría republicana del Senado, Mitch McConnell, dijo a la cadena CNN que la eliminación de los recortes de impuestos perjudicarán a la pequeña empresa.

«No creo que un incremento en los impuestos sea una buena idea en medio de una profunda recesión», manifestó McConnell.

La cumbre fiscal, agregó, deber ser una ocasión para hablar en serio «y empezar a pensar sobre el tipo de deuda que estaríamos dejando a futuras generaciones».

McConnell, al igual que la mayoría de los republicanos, votó en contra del plan de estímulo de 787.000 millones de dólares por considerarlo una receta tóxica para el déficit.

El plan contiene ayudas para los gobiernos estatales, la mayoría ahogados por déficits presupuestarios, y recortes tributarios para el 95 por ciento de los estadounidenses, que comenzarán a ver un alivio el próximo 1 de abril.

Según los republicanos, el costo total del plan de estímulo, con intereses, alcanzará 1,1 billones de dólares.

Eso no incluye el impacto del plan de rescate financiero de 700.000 millones de dólares aprobado en octubre pasado, parte del cual se usará para aplacar la crisis hipotecaria.

En 2008, hubo 2,2 millones de ejecuciones hipotecarias y, según dijo hoy a la cadena CBS el secretario de Vivienda, Shaun Donovan, este año habrá cerca de tres millones y, sin un plan de acción, habrá unas seis millones en los próximos tres años.

Mientras, los gobernadores de algunos de los estados más golpeados por el desempleo polemizaron sobre el plan de estímulo y la respuesta de Washington a la crisis.

El gobernador republicano de Carolina del Sur, Marc Sanford, por ejemplo, reiteró a la cadena Fox su rechazo del plan y la posibilidad de que no aceptará parte del dinero porque contiene «ataduras sustanciales».

Obama ganó la presidencia en parte por su promesa de mejorar la economía, que se hunde bajo el peso de una tasa de desempleo del 7,6 por ciento, una crisis inmobiliaria y el congelamiento del crédito, entre otros males.

El éxito de su plan de estímulo dependerá de la creación o preservación de 3,5 millones de empleos en los próximos dos años.

Si la lucha antiterrorista definió la presidencia de Bush, la ofensiva contra la crisis económica será definitoria para la de Obama.

EFE

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