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Estocolmo le pide explicaciones al gobierno de Chávez

Gabriel Angulo Cáceres
Por : Gabriel Angulo Cáceres Periodista El Mostrador
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Una revista especializada afirmó que el ejército colombiano había confiscado a la guerrilla un número indeterminado de lanzacohetes AT4, fabricados por la compañía Saab Bofors Dynamics.  Y mientras el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, advirtió que los insurgentes están empeñados en conseguir misiles tierra-aire, el ministro venezolano de Interior y Justicia, Tareck El Aissami, dijo que todo esto «parece una película barata del gobierno norteamericano y lamentablemente de los pitiyanquis de la región».


Las autoridades suecas pidieron explicaciones al gobierno venezolano por supuestos desvíos a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de armas que Suecia había vendido a Venezuela.

El gobierno de Colombia informó que el armamento fue incautado en operativos del ejército.

Este escándalo comenzó a gestarse después de que la revista británica especializada en temas de inteligencia Jane’s Intelligence Weekly diera cuenta de una incautación de armamento sueco que se hallaba en poder de la guerrilla.

La citada publicación informó que en el procedimiento el ejército colombiano había confiscado un número indeterminado de lanzacohetes AT4, fabricados por la compañía Saab Bofors Dynamics.

Un alto funcionario del gobierno colombiano le informó al colaborador de BBC Mundo en Bogotá, Hernando Salazar, que son tres los lanzacohetes suecos encontrados a las FARC y que el hallazgo se produjo en el departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela.

«No sabemos cuánto se pagó por esos lanzacohetes», declaró la fuente, quien precisó que, según los correos hallados en los computadores de Raúl Reyes, las FARC tenían destinados US$300.000 para la compra de ese tipo de armamento.

«Vendidos a Venezuela»

La emisora pública Sveriges Radio Intrenational de Suecia, en tanto, informó que la empresa Saab Bofors Dynamics pudo identificar las armas como parte de un lote enviado a Venezuela en la década del 80.

Por su parte, el consejero político del Ministerio sueco de Comercio, Jens Ericsson, dijo que tienen confirmado que «material (de defensa) sueco se ha encontrado en un campamento de las FARC», según declaraciones citadas por la agencia francesa AFP.

En similar sentido se pronunció el vicepresidente colombiano, Francisco Santos, quien informó sobre la incautación de armamento «que un país europeo le vendió a Venezuela».

La fuente que habló con BBC Mundo en Bogotá declaró que los militares colombianos investigan si existen otros lanzacohetes similares en manos de las FARC.

«Los tres lanzacohetes no habían sido disparados», explicó la fuente, quien añadió que el hallazgo se produjo hace algunas semanas, pero que solo la semana anterior se precisó que eran de fabricación sueca y que habían sido vendidos a Venezuela.

«Show mediático»

Desde suelo venezolano, la respuesta llegó por boca del ministro de Interior y Justicia, Tareck El Aissami, quien calificó a las denuncias como un «show mediático».

«No me extrañaría que la fuente sea nuevamente la supercomputadora de Raúl Reyes en la que aparezca un archivo con una configuración extraña», ironizó el funcionario en alusión al material informático incautado en el campamento donde el año pasado fue abatido el jefe guerrillero.

«Parece una película barata del gobierno norteamericano y lamentablemente de los pitiyanquis de la región», afirmó el ministro venezolano.

En Bogotá, mientras tanto, el presidente Álvaro Uribe reiteró este lunes que la guerrilla «está buscando comprar» misiles tierra-aire y pidió ayuda a la comunidad internacional:

Desde hace 10 años, cuando comenzó a implementarse el Plan Colombia que fortaleció la capacidad aérea de las fuerzas militares, han circulado rumores de que las FARC estaban buscando armas más poderosas, señala el colaborador de BBC Mundo Hernando Salazar.

De hecho, buena parte de los grandes golpes asestados a la guerrilla en los años recientes han sido por vía aérea. Así lograron darles muerte a jefes como «Raúl Reyes», «Martín Caballero» y el «Negro Acacio», recuerda Salazar.

«Máxima gravedad»

El analista militar Alfredo Rangel le dijo a BBC Mundo que la revelación sobre la posesión de lanzacohetes suecos en manos de las FARC «es de la máxima gravedad».

Rangel, que dirige la Fundación Seguridad y Democracia, considera que la llegada de ese material de guerra supuestamente venezolano a manos de la guerrilla colombiana no pudo ocurrir «sin la anuencia de altos mandos del ejército» de ese país.

Según Rangel, la gran pregunta que surge en estos momentos es si la entrega de los lanzacohetes ocurrió antes o después de que el presidente Chávez descalificara la lucha armada y le pidiera a las FARC que liberen a los secuestrados que mantienen en su poder.

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