Decenas de miles de personas se manifestaron el fin de semana en Roma en contra de lo que consideran un excesivo control sobre los medios de comunicación del país por parte del primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi.
Berlusconi emitió órdenes judiciales por un total de US$5,8 millones contra los periódicos La Repubblica y L’Unita por supuesta difamación en la cobertura que realizaron del escándalo que envuelve al premier desde mayo, por su presunta relación con modelos adolescentes y prostitutas.
En la Plaza del Pueblo se dieron cita personalidades de la vida política, cultural y sindical italiana, entre ellos el escritor napolitano Roberto Saviano.
Los organizadores de la marcha dijeron que asistieron unas 300.000 personas a la plaza central de la capital italiana. Algunos manifestantes llevaban camisetas con la frase «Ahora me puedes demandar también». Un grupo de músicos tocaron con mordazas cubriendo sus bocas.
El mandatario, que es dueño de tres de los siete canales de televisión abierta de Italia, ha afrontado acusaciones de conflicto de intereses entre su imperio mediático y su papel político desde su ingreso a la política hace 15 años.
«Farsa»
En la concentración se exigió, entre otras cosas, que sea derogado el llamado «Laudo Alfano», la ley de inmunidad para los cuatro mayores altos cargos
del Estado, la cual ha hecho detener los procesos contra Berlusconi.
Berlusconi se anticipó a esta protesta -que se extendió a otras ciudades, como Milán- diciendo que es una farsa y que Italia goza de más libertad de prensa que ningún otro país occidental.
Sin embargo, la organización Freedom House (Casa de la Libertad) puso a la prensa italiana este año en la categoría de «parcialmente libre».
«Los manifestantes llenaron el centro de Roma (…) Dicen que Berlusconi tiene control sobre demasiadas estaciones de televisión, radios y diarios», relató desde Roma el corresponsal de la BBC Duncan Kennedy.
«Sostienen que su decisión de demandar a los diarios por la cobertura de sus recientes escándalos personales que involucran a mujeres jóvenes revela su desprecio por la libertad de prensa», agregó el corresponsal.
Kenendy señaló que los cuestionamientos a Berlusconi por su presunta influencia en los medios no es algo nuevo, sólo lo es la reacción y la magnitud de la misma.
