«Francia desea que los hombres y las mujeres de Irán encuentren el camino de un futuro de paz, democracia, prosperidad y reconciliación con la comunidad internacional», dijo el mandatario francés a través de un comunicado.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, condenó este martes la «represión sangrienta» de las manifestaciones en Irán, reclamó el cese de la violencia en el país, la liberación de los opositores encarcelados y el respeto de los derechos humanos.
En un comunicado, el jefe del Estado galo avisó a Teherán «de todo arresto suplementario que agravaría todavía más la situación».
«Francia desea que los hombres y las mujeres de Irán encuentren el camino de un futuro de paz, democracia, prosperidad y reconciliación con la comunidad internacional», indicó Sarkozy.
Recordó que el pueblo iraní «reclama pacíficamente el derecho de expresarse libremente y de elegir su destino», desde las elecciones presidenciales del 12 de junio pasado.
La reacción de Sarkozy se produce tras la represión de las manifestaciones contra el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, que han provocado al menos ocho muertes.
El ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, había pedido previamente la liberación de «todas las personas injustamente detenidas» en Irán, incluida la hermana de la premio Nobel de la Paz Shirin Ebadí.
«Pido a las autoridades iraníes que respeten la libertad de expresión democrática de los ciudadanos y de los partidos políticos iraníes, que respeten la libertad de los medios de comunicación y que liberen a todas las personas injustamente detenidas», afirmó Kouchner en un comunicado.
El jefe de la diplomacia francesa mostró su «profunda inquietud por el agravamiento de la represión» en Irán que ha provocado «la muerte de varias personas».
«El recurso sin tregua a la violencia policial contra los manifestantes, el cierre de diarios y de sitios de internet, las trabas al trabajo de los corresponsales de la prensa internacional preocupan al conjunto de la comunidad internacional», afirmó.
Kouchner señaló que «al menos» se han detenido a quince responsables de la oposición, periodistas y defensores de los derechos humanos, una cifra «que continúa agravándose».
