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Máxima seguridad en Moscú para evitar posibles atentados durante la Pascua

Plazas públicas, cines, iglesias, pabellones deportivos, mercados al aire libre y, por supuesto, el transporte público están siendo resguardadas por efectivos de las fuerzas militares. En la capital rusa hay 257 templos en donde se congregarán decenas de miles de personas para participar en una de las festividades religiosas más seguidas por los fieles ortodoxos.


La capital rusa fue tomada este sábado por miles de efectivos de las fuerzas de seguridad con ocasión de la Pascua Ortodoxa, en previsión de posibles atentados terroristas como los que golpearon esta semana el metro moscovita.

El Comité Nacional Antiterrorista (CNA) ordenó el «reforzamiento de la seguridad» en plazas públicas, cines, iglesias, pabellones deportivos, mercados al aire libre y, por supuesto, el transporte público.

En Moscú ese extraordinario dispositivo se centra principalmente en los 257 templos y en los cementerios, que congregarán hoy a decenas de miles de personas, y en el metropolitano, según informó el Ministerio del Interior.

Sólo en la capital rusa (10 millones de habitantes) 11.460 efectivos se encargarán del mantenimiento del orden hoy y el domingo de Pascua, una de las festividades religiosas más seguidas por los fieles ortodoxos.

[cita]Las autoridades rusas han informado de que crearán próximamente un sistema de alerta de seguridad para prevenir atentados terroristas similar al que existe en otros países occidentales.[/cita]

Mientras, en el resto del país han sido movilizados más de 100.000 miembros de las fuerzas de seguridad, según informaron las agencias rusas.

En la Catedral de Cristo Salvador de Moscú, la mayor de Rusia y donde el Patriarca ortodoxo, Kiril, oficiará una homilía, medio millar de policías han sido apostados en su interior y en sus inmediaciones.

Según la prensa rusa, es probable que el presidente ruso, Dmitri Medvedev, un creyente declarado, se desplace el fin de semana al templo para rezar por las víctimas de los atentados suicidas en el metro de Moscú y la república norcaucásica de Daguestán.

En el metro, varios efectivos de Interior, policías con chalecos antibalas y con perros patrullan cada una de las estaciones, donde el lunes dos terroristas suicidas acabaron con la vida de 40 personas.

Los primeros días tras el doble atentado el número de usuarios del metro disminuyó levemente, pero a partir del jueves millones de moscovitas acudieron diariamente al trabajo en ese medio de locomoción.

La policía reparte por las calles panfletos en los que se informa de que el país se encuentra en estado de máxima alerta antiterrorista y se llama a la ciudadanía a informar a las fuerzas de seguridad en caso de que vean algo o a alguien sospechoso.

Debido a la escasez de efectivos, el Ministerio del Interior aconsejó a la Unión de Fútbol de Rusia la suspensión del partido de liga que debía enfrentar hoy en el estadio olímpico Luzhniki al CSKA y al Zenit San Petersburgo.

El Ministerio del Interior informó de que no sería capaz de garantizar la seguridad de los aficionados -el estadio tiene capacidad para 84.500 personas- dada la segura presencia en el estadio de grupos de seguidores radicales de ambos equipos.

Como ambos equipos acataron la decisión, el partido, el principal de la cuarta jornada de la liga rusa, se disputará el próximo 14 de abril.

Viudas negras

El CNA confirmó el viernes la identidad de una de las «viudas negras» que perpetraron el lunes los atentados suicidas en dos estaciones del metro.

«La terrorista suicida que explosionó la bomba en la estación de metro Park Kultury es Dzhanet Abdurajmánova (Abdulláyeva)», de 17 años, informó el CNA.

Abdurajmanova, que residía en el distrito de Jasaviurt, en la república norcaucásica rusa de Daguestán, vecina de Chechenia, fue identificada a través de análisis médico, genético de su ADN y reconocimiento físico.

Según informa el diario «Kommersant», Abdurajmanova era viuda de Umalat Magomedov (Al Bar), líder («emir») de los guerrilleros islámicos de Daguestán que fue abatido por la policía el 31 de diciembre pasado.

La terrorista que dinamitó la estación de Lubyanka sería, según «Kommersant», Marja Ustarjanova, una chechena de 20 años y viuda de Said-Emin Jizriev, eliminado en octubre pasado cuando preparaba un atentado contra la vida del presidente chechén, Ramzan Kadirov.

Ambas mujeres se subordinaban directamente al líder de la guerrilla chechena y caucásica, Doku Umarov, quien reivindicó los ataques terroristas en la capital rusa y prometió extender la guerra por todo el país.

Además, según la agencia Interfax, las fuerzas de seguridad han localizado en el centro de Moscú el apartamento donde los cómplices de las terroristas suicidas prepararon los artefactos explosivos.

«Precisamente, esos hombres explosionaron la bomba (que portaban las terroristas suicidas) por control remoto», previsiblemente a través de sus teléfonos móviles, señaló la fuente de seguridad a Interfax.

Como ocurriera en Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, el presidente ruso, Dmitri Medvedev, ha abogado por métodos «más firmes y crueles» contra los terroristas y sus cómplices.

Las autoridades rusas han informado de que crearán próximamente un sistema de alerta de seguridad para prevenir atentados terroristas similar al que existe en otros países occidentales.

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