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BP respalda exploración submarina

Los ejecutivos de la petrolera británica afirman que lo ocurrido en el Golfo de México no debería significar la paralización de las actividades de búsqueda de crudo en el fondo marino, pero advirtieron que es necesario llevar a cabo grandes cambios en la industria. Actualmente, Obama mantiene paralizadas todas las nuevas perforaciones.


El jefe de la firma petrolera British Petroleum (BP), Tony Hayward, dijo que el desastre del Golfo de México no debería significar el fin de la exploración en aguas profundas por el crudo.

Sin embargo, Hayward admitió -en entrevista radial con la BBC- que se requieren grandes cambios en la industria petrolera a raíz de lo que llamó un «evento transformador».

Miles de barriles diarios han estado derramándose de un pozo submarino luego del estallido de una plataforma de exploración el pasado 20 de abril.

El presidente Barack Obama ha criticado a los ejecutivos de las empresas petroleras por intentar esquivar la responsabilidad por el desastre.

Cambios

Hayward le dijo a la BBC que «no creo que (el incidente) debería resultar (en una prohibición), del mismo modo en que el (accidente del) Apolo 13 no detuvo el programa espacial ni los serios accidentes aéreos ocurridos esporádicamente han hecho que la gente deje de volar».

Pero reconoció que se requieren cambios para enfrentar los riesgos de las perforaciones.

«Sin duda creo que este será un evento que transformará las actividades de exploración y producción en las aguas profundas del mundo, y en particular en las aguas profundas de Estados Unidos», señaló.

«No puede haber un incidente de esta seriedad sin que se esperen cambios significativos como consecuencia. Lo que necesitamos hacer es asegurar que esos cambios atiendan el riesgo que ha ocurrido aquí», agregó.

Actualmente, Obama mantiene paralizadas todas las nuevas perforaciones.

Hayward afirmó a la BBC que el régimen de supervisión a las actividades petroleras en Estados Unidos es tan rigoroso como en cualquier otra parte del mundo, respondiendo a declaraciones de Obama, quién pidió el fin de las «relaciones estrechas» entre las empresas petroleras y las entidades regulatorias estadounidenses.

Un total de 11 personas murieron cuando una explosión destruyó la plataforma Deepwater Horizon el 20 de abril, a 77 kilómetros de la costa de Luisiana.

Se teme que el incidente se convierta en el peor desastre ambiental en la historia de Estados Unidos.

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