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Calderón no consigue que Canadá suspenda exigencia de visados para mexicanos

Después que en 2009 el gobierno de Toronto impusiera de manera repentina la exigencia de visados a los mexicanos, los asuntos migratorios se han convertido en el principal motivo de fricción entre los dos países socios en el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica.


El presidente de México, Felipe Calderón, no pudo conseguir este jueves que Canadá suspenda la exigencia de visado para los mexicanos y tendrá que esperar al menos un año hasta que las autoridades canadienses reformen el sistema de refugio.

Después de que en 2009 Canadá impusiera de manera repentina la exigencia de visados a los mexicanos, los asuntos migratorios se han convertido en el principal motivo de fricción entre los dos países socios en el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica.

Entonces, el Gobierno de Harper justificó la medida por la abundancia de peticiones de refugio procedentes de México, que pasaron de 2.550 en el 2005 a 9.309 en el 2009.

Durante la reunión privada que los dos líderes mantuvieron hoy en Ottawa al inicio de la segunda visita oficial del presidente Calderón a Canadá, el mandatario mexicano le dijo a Harper que «lamentaba la decisión» canadiense.

Pero Calderón también reconoció que la medida era fruto del «abuso» que algunos mexicanos han hecho de la «tradicional y generosa» política de refugio de Canadá.

Durante el discurso que pronunció hoy ante la Cámara Baja del Parlamento canadiense, que Harper calificado de «histórico» por Harper, el presidente mexicano admitió una parcial responsabilidad mexicana.

«Algunos mexicanos han pervertido el noble objetivo del sistema de asilo para su propio beneficio» dijo Calderón.

Por su parte, el líder conservador canadiense también aceptó su parte de culpa porque el actual sistema de refugio canadiense «hace muy difícil» rechazar las peticiones de asilo fraudulentas.

Harper dijo que nada cambiará con respecto a los visados para mexicanos hasta que el Parlamento canadiense apruebe la reforma del sistema de refugio, la ley sea implementada y luego se eliminen los miles de casos pendientes acumulados en el sistema.

Todo eso llevará al menos un año, auguró hoy el ministro de Inmigración de Canadá, Jason Kenney.

A pesar de la problemática migratoria, que Harper reconoció está dañando a Canadá, los dos líderes se mostraron afables. El primer ministro canadiense se refirió al mandatario mexicano por su nombre, Felipe, e hizo mención al encuentro que sus dos familias tuvieron en Canadá en el 2006.

Durante la rueda de prensa, Calderón también se refirió al despliegue de la Guardia Nacional de Estados Unidos en la frontera con México.

Calderón dijo que hasta ahora algunos de los criminales más peligrosos «actúan con impunidad» desde Estados Unidos y que el despliegue militar puede ser «positivo».

«Ojalá esto sea un signo del cumplimiento del compromiso del Gobierno americano (EE.UU.) de detener el flujo ilegal de armas a México, de detener el tráfico de lavado de dinero hacia México y desde luego de frenar la impunidad con la que operan desde el lado americano algunos de los criminales más peligrosos que actúan y que agreden al lado mexicano», subrayó.

Calderón también dijo que México fue quien presionó a Washington para que «hiciera su parte para resguardar la ley» en su territorio.

«Porque los problemas que tenemos de tráfico de armas, de tráfico de dinero ilegal, e incluso de impunidad de la operación de los criminales desde el lado americano no estaba siendo debidamente abordados por las autoridades norteamericanas», indicó.

Tras su reunión privada, Harper y Calderón asistieron a la firma por parte de los ministros de Asuntos Exteriores, el canadiense Lawrence Cannon y la mexicana Patricia Espinosa, de tres acuerdos bilaterales en materia de seguridad, movilidad juvenil y transporte aéreo.

Calderón pronunciará esta noche un discurso en Toronto, la capital económica canadiense, ante unos 350 empresarios y mañana se entrevistará en Montreal con los directivos del gigante Bombardier así como con el primer ministro de la provincia de Québec, Jean Charest.

Tras su reunión con Charest, el mandatario mexicano tiene previsto regresar directamente desde Montreal a la capital mexicana.

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