Los ataques con armas ligeras, asesinatos y explosivos se suceden casi a diario en Pattani, Narathiwat y Yala, pese al despliegue de 31.000 agentes de las fuerzas de seguridad y a la declaración del estado de excepción.
Ocho soldados murieron en las últimas 24 horas en dos atentados con explosivos perpetrados por supuestos guerrilleros musulmanes contra patrullas militares en la conflictiva región sur de Tailandia, informaron fuentes oficiales.
Tres efectivos perdieron la vida esta tarde en la provincia de Yala cuando la camioneta en la que viajaban volcó por una bomba colocada en el camino, según el gobernador, Krissada Boonlad.
En otro ataque, ocurrido anoche en la provincia de Nawathiwat, corrió la misma suerte otro vehículo blindado que transportaba a cinco soldados.
Tras el estallido del artefacto, el grupo de insurgentes disparó con ametralladoras para rematar a los miembros de la patrulla que quedaron heridos y después huyó llevándose consigo las armas de las víctimas.
Los ataques con armas ligeras, asesinatos y explosivos se suceden casi a diario en Pattani, Narathiwat y Yala, pese al despliegue de 31.000 agentes de las fuerzas de seguridad y a la declaración del estado de excepción.
Casi 4.000 personas han muerto a causa de la violencia en el sur de Tailandia desde que en enero de 2004 el movimiento separatista islámico reanudó la lucha armada.
Los insurgentes denuncian la discriminación que sufren por parte de la mayoría budista del país y exigen la creación de un Estado islámico que integre estas tres provincias, que formaban parte del antiguo sultanato de Pattani cuando fueron anexionadas hace un siglo por el Reino de Siam.
