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Fariñas culpa a Fidel y Raúl Castro de su inminente deceso

El disidente cubano, que está en grave estado tras mantener durante 132 días una huelga de hambre, dijo que consideraqba «un honor» morir en la isla «ante las narices de los dictadores», en respuesta a una publicación del diario Granma que el fin de semana dio a conocer un informe sobre su estado de salud.


El disidente cubano Guillermo Fariñas, quien se encuentra en estado crítico tras mantener una huelga de hambre seca durante 132 días, responsabilizó de su inminente deceso al ex presidente Fidel Castro y al hermano de éste y actual mandatario, Raúl Castro.

A través de una carta difundida en Internet, Fariñas, de 48 años de edad y de profesión periodista y psicólogo manifestó que «consciente estoy de mi próximo fallecimiento y lo considero un honor (…) los únicos responsables (…) son los hermanos Fidel y Raúl Castro».

La misiva, que es en respuesta  a un informe sobre su salud que publicó el sábado el diario oficial Granma, cuestiona a ese medio oficial por pasar por alto que la razón de su prolongado ayuno es el reclamo de excarcelación de 25 presos políticos enfermos en la isla.»Considero que debido a mi estado de gravedad, han usado el humanitarismo de los médicos para ir preparando a los medios de prensa internacionales para mi futuro deceso», sostuvo.

El matutino había indicado que Fariñas se encontraba «en peligro potencial de muerte» debido a un trombo alojado en la yugular, y destacó que los médicos hacen «todo» por salvarlo en el hospital de Santa Clara, ubicado 280 kilómetros al este de La Habana.

Finalmente, el disidente  sostuvo que confía «en el equipo médico y paramédico que me atiende, por eso he rechazado las diferentes ofertas que me han hecho para irme a tratar a otros países», y enfatizó que su deseo era morir en Cuba «ante las narices de los dictadores». El ayuno lo inició el pasado 24 de febrero, al día siguiente del deceso de Orlando Zapata, un presidiario opositor que mantuvo una huelga de hambre que se extendió por 85 días y que, según Fariñas, si hubiera recibido la atención que a él le han dado, «no sería difunto».

Fariñas inició su ayuno el 24 de febrero, un día después de la muerte tras 85 días de huelga de hambre del preso opositor Orlando Zapata, cuyo deceso provocó condenas en Europa y Estados Unidos.

En la carta, señaló que si a Zapata hubiera recibido la atención médica que él ha recibido, «en estos momentos no fuera un difunto».

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