«Lo que nosotros tenemos que hacer es buscar las condiciones en que todos los países estén de acuerdo para el retorno de Honduras a la OEA», dijo el secretario general del organismo.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, confirmó este miércoles que se reunió con el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, y el ex mandatario Manuel Zelaya, y aseguró que el organismo está «cerca de una solución» para el regreso de Tegucigalpa al organismo, aunque aún quedan por concretar detalles.
«Creo que estamos cerca de una solución; pero no creo que pueda hablar de una solución todavía ni ser demasiado optimista», dijo el titular de la Organización de Estados Americanos (OEA) en un encuentro con agencias de noticias para informar del trabajo que está realizando un grupo de contacto para evaluar las condiciones que permitan a Honduras regresar al organismo.
Honduras está suspendido de la OEA desde el 4 de julio de 2009 por el golpe de Estado que derrocó a Manuel Zelaya el 28 de junio del año pasado y el organismo ha creado, por mandato de la XL Asamblea General, que se celebró en junio en Lima, una comisión de alto nivel o grupo de contacto.
Dicho grupo está integrado por todos los países de Centroamérica, Perú, Ecuador, EE.UU., Canadá, México, Argentina y Jamaica, país este último que sustituirá a Guayana, dijo Insulza.
El grupo de trabajo ha mantenido reuniones tanto con representantes de Lobo como con enviados de Zelaya.
También han viajado hace una semana a Tegucigalpa juristas de la OEA para entrevistarse con la Fiscalía General y la Corte Suprema, confirmó el titular del organismo continental.
No descartó además enviar a Honduras a otros especialistas, por ejemplo en derechos humanos.
El propio Insulza se reunió el lunes en Miami con Lobo, y anteriormente, el viernes pasado, hizo lo propio con Zelaya en Santo Domingo, admitió hoy también.
Insulza se reunió con el ex mandatario hondureño «para tener de parte de él una clara idea de lo que quería plantear».
Entre los asuntos que la mayoría de los países miembros de la OEA quieren ver resueltos antes de pensar en el levantamiento de la suspensión figuran el retorno de Zelaya a Honduras con todas las garantías y la situación de los derechos humanos.
Sobre el regreso de Zelaya, que vive en República Dominicana, Insulza dijo: «Estamos conversando sobre eso y espero que consigamos algo, pero no voy a entrar en detalles».
El titular de la OEA afirmó que «no hay discrepancias» sobre estos temas con Lobo ni con Zelaya, pero «las cosas hay que concretarlas mucho y esa concreción va a demorar un poco», aclaró.
Indicó además que, a día de hoy, todavía no ha planeado un viaje del grupo de contacto a Honduras.
Insulza quiso dejar en claro que la comisión no está negociando entre las partes, sino evaluando la situación para emitir una recomendación sobre el futuro de Honduras en la OEA.
«Nuestra misión no es alcanzar un acuerdo entre las dos partes. Hay otros actores políticos en Honduras también y no estamos organizando una especie de acuerdo nacional», subrayó.
Recordó que el cometido de la comisión es informar, a más tardar el 30 de julio, a la Asamblea General de cómo ha evolucionado la situación en Honduras desde la toma de posesión de Lobo en enero.
Eso implica también, si hay espacio y posibilidad, examinar «en qué escenario se podría decidir el retorno de Honduras a la OEA».
Este trabajo no culmina, por tanto, con un acuerdo entre Lobo y Zelaya sino con el informe de la comisión.
Insulza podría pedir una prórroga, pues solamente convocará a la Asamblea si hay un resultado concreto y una recomendación que dar, la cual girará sobre el futuro de Tegucigalpa en la OEA.
«Lo que nosotros tenemos que hacer es buscar las condiciones en que todos los países estén de acuerdo para el retorno de Honduras a la OEA», concluyó Insulza, quien agregó que ningún país está «cerrado a considerar las propuestas que se les presenten».
