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Estudio recomienda cautela a EEUU ante liberación de presos políticos cubanos

Jaime Suchlicki, director del Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos de la Universidad de Miami (EE.UU.), advirtió en el informe que las acciones del presidente cubano, Rául Castro, no son el comienzo de una mayor apertura en la isla.


El gobierno de EE.UU. debe proceder con cautela ante la excarcelación de presos políticos cubanos porque se trata de «una maniobra» de Cuba para influir en el levantamiento del embargo y la prohibición de los viajes, según un estudio divulgado este martes.

Jaime Suchlicki, director del Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos de la Universidad de Miami (EE.UU.), advirtió en el informe que las acciones del presidente cubano, Rául Castro, no son el comienzo de una mayor apertura en Cuba.

«La reciente liberación de presos políticos en Cuba es una maniobra obvia del régimen de Castro para influir en el Congreso de EE.UU. a aliviar el embargo y poner fin a la prohibición de viajes a Cuba», dijo Suchlicki.

El Gobierno del general Raúl Castro anunció a principios de julio la liberación de 52 presos políticos cubanos en un plazo máximo de cuatro meses. Hasta ahora, se ha confirmado la liberación de un primer grupo de 20 presos.

Según Suchlicki, con la excarcelación de «una pequeña fracción de los presos políticos», el Gobierno de la isla espera «debilitar» la posición común de la Unión Europea (UE) hacia Cuba y premiar los «esfuerzos infructuosos de España para influir en el gobierno Cubano durante los últimos cuatro años».

Vigente desde 1996, la llamada «posición común» condiciona las relaciones de la UE con Cuba a avances democráticos y en materia de derechos humanos.

Además, «este movimiento calculado y táctico debilita la oposición interna con el envío de líderes potenciales y sus familias al exilio; pone fin a las varias huelgas de hambre que han conmocionado a la opinión pública internacional y ofrece una pequeña rama de olivo a EE.UU. y a la UE», precisó Suchlicki.

El académico analizó en su informe «Implicaciones de ponerle fin a la prohibición de viajar a Cuba» los posibles motivos que impulsaron la liberación de los presos políticos tras un diálogo entre la Iglesia católica y el Gobierno cubano con la mediación de España.

En el informe sugiere al Gobierno estadounidense responder «con concesiones pequeñas, o posiblemente no debe responder. El levantamiento de la prohibición de los viajes de turistas de EE.UU. a Cuba sería una gran concesión completamente fuera de proporción al gesto de Cuba».

Alertó que si se levanta esa prohibición sin que se registren grandes cambios en la isla caribeña beneficiará sólo al régimen castrista que, a su vez, no adoptaría reformas económicas «más amplias» al contar con los ingresos de los turistas estadounidenses.

Ingresos que, afirmó, apoyarían los negocios del Gobierno y fortalecería las empresas del Estado, al tiempo que recordó que la industria del turismo está controlada por los militares y por Raúl Castro, el hermano de Fidel.

Los turistas tendrían contacto limitado con el pueblo cubano debido a que la mayor parte de los complejos turísticos se encuentran en áreas aisladas y el cubano promedio no tiene acceso a los mismos, además, están controlados por un «eficiente mecanismo de seguridad», precisó Suchlicki.

«A los turistas tampoco les interesa visitar la isla con el propósito de subvertir su régimen y la Ley número 88 de Cuba, proclamada en 1999, prohíbe que cubanos acepten publicaciones de turistas», señaló.

Una vez que los turistas comiencen a visitar la isla, el profesor dijo que el Gobierno restringirá las visitas de los cubano-estadounidenses que son considerados por Cuba como «un grupo mucho más subversivo ya que pueden hablar con amigos y familiares en la isla y persuadirles a cambiar de opinión sobre el régimen castrista y los Estados Unidos».

Otra de las consecuencias, según el académico, es el impacto que tendría ese turismo en Cuba sobre «islas más pequeñas en el Caribe como Jamaica, República Dominicana, Bahamas, Puerto Rico, e incluso Florida (en EE.UU.), que dependen en gran parte del turismo para su bienestar económico».

Suchlicki advirtió también que si se eliminan las restricciones de viaje sin que Cuba haga concesiones significativas «los enemigos» de EE.UU. recibirían un «mensaje erróneo de que pueden expropiar propiedades estadounidenses sin compensación y permitir que su territorio se utilice para introducir cohetes nucleares destinados a EE.UU.».

También que pueden apoyar el terrorismo y la propaganda en contra EE.UU. y que «a pesar de todo esto, los Estados Unidos van eventualmente a ‘olvidar y perdonar’, además de recompensar estas políticas con turismo, inversiones y ayuda económica».

«La restricción de los viajes y el embargo deben terminarse como resultado de negociaciones entre los Estados Unidos y un Gobierno cubano dispuesto a otorgar concesiones económicas y políticas significativas o cuando se establezca un gobierno democrático en la isla», sugirió. EFE

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