«Ha habido una excesiva presión sobre ellos desde su llegada y claros intentos de manipulación», hicieron hincapié las autoridades hispanas.
El secretario de Estado español de Asuntos Exteriores e Iberoamericanos, Juan Pablo de Laiglesia, lamentó hoy los «claros intentos de manipulación» de que son objeto los disidentes cubanos excarcelados y acogidos en España y recordó que su estatuto les permite incluso criticar al Gobierno de España.
«Ha habido una excesiva presión sobre ellos desde su llegada y claros intentos de manipulación», subrayó De Laiglesia, quien indicó que hasta el momento han sido acogidos 20 ex presos con sus familias, lo que supone más de un centenar de personas.
Una vez concluida esta primera fase, se pondrá en marcha un nuevo capítulo de excarcelaciones y nuevos disidentes llegarán a España, si bien todavía no hay fecha para ello y el Gobierno está esperando a que se produzca la comunicación, dijo el recién nombrado «número dos» del Ministerio de Exteriores, que aún no ha tomado posesión de su cargo.
Tras una «durísima experiencia» en la cárcel, dijo en referencia a los disidentes, «hay que comprender cuál es su situación personal» y el Gobierno «respeta absolutamente todas sus manifestaciones y planteamientos», añadió en relación a algunas críticas a la situación de los disidentes en España.
Para De Laiglesia, es «lamentable que se hayan querido manipular esos sentimientos y presentarlos como críticas a la actuación del Gobierno».
Lo importante, en su opinión, es que se está produciendo un proceso de excarcelación de todos los presos políticos en Cuba y que quienes lo deseen, pueden venir a España, donde son acogidos «con el máximo de generosidad» y con la atención especializada que les ofrecen varias ONG, como Cruz Roja o el Comité Español de Ayuda al Refugiado (CEAR).
Sobre las afirmaciones de algunos disidentes acogidos, que han señalado que «no se sienten libres», De Laiglesia resaltó que su situación jurídica «es precisamente la que permite que puedan ejercer con total libertad cualquier tipo de actividad que deseen» y que «no estén limitados» en el ejercicio de la misma, «como sí lo estaría si su estatuto fuera distinto».
Todo ello se les explica a los disidentes tanto en Cuba antes de salir como cuando llegan a España y formalizan la petición, y se les advierte de que otros sistemas de protección que existen supondrían su compromiso de abstenerse de cualquier actividad o comentario político.
El estatuto del que disfrutan es precisamente el que les otorga, incluso, la libertad de criticar la política del Gobierno español que les acoge, reiteró.
Respecto a las relaciones entre la UE y Cuba, Laiglesia se mostró convencido de que la nueva situación generada en la isla y la importancia de los cambios que se avecinan y se están empezando a producir, «va a conducir a una reflexión por parte del los países miembros» y a la adopción de medidas que permitan superar el marco actual de relaciones entre los Veintisiete y el régimen castrista.
De Laiglesia se refirió asimismo a la ruptura de relaciones diplomáticas entre Venezuela y Colombia, y, tras recordar que no es la primera vez que ambas naciones atraviesan por un periodo de dificultades, expresó la disposición del Gobierno español para contribuir a rebajar las tensiones entre los dos países, y «esta disponibilidad la conocen» ambos.
El Ejecutivo español está abierto a participar en cualquier iniciativa para que se restablezcan las relaciones, pero, según De Laiglesia, confía en que con la toma de posesión el próximo 7 de agosto del presidente electo colombiano, José Manuel Santos, «pueda inaugurarse una etapa más constructiva» entre los dos países.
