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Iglesia cubana anuncia excarcelación de nuevo grupo de seis presos políticos

Fuentes diplomáticas españolas dijeron por su parte que el traslado del nuevo grupo se demorará con toda probabilidad toda la semana e incluso que el viaje podría concretarse en la siguiente.


Un nuevo grupo de seis presos políticos cubanos van a ser excarcelados y viajarán próximamente a España, anunció este martes un comunicado del Arzobispado de La Habana, mediador en este proceso que ya ha supuesto la liberación de otros 26 reclusos.

Víctor Arroyo Carmona, Alexis Rodríguez Fernández, Leonel Grave de Peralta Almenares, Alfredo Domínguez Batista, Próspero Gaínza Agüero y Claro Sánchez Altarriba están reconocidos como «presos de conciencia» por Amnistía Internacional, según confirmó hoy Elizardo Sánchez, presidente de la Comisión Cubana por los Derechos Humanos y la Reconciliación Nacional (Ccdhrn).

Recluidos en distintas prisiones de la isla, los beneficiarios fueron contactados por el propio arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega, este lunes.

Posteriormente, ellos se pusieron en contacto con sus familiares para anunciarles que habían aceptado la propuesta de Ortega y que debían prepararse para volar en breve a España, según dijeron a Efe varios de los familiares.

Se desconoce cuándo podrá realizarse el traslado, toda vez que varios de ellos tienen que viajar, junto con sus familiares, desde otros puntos de la isla hasta La Habana, completar ciertos requisitos legales y finalmente embarcarse en un vuelo a España en el que exista disponibilidad de espacio.

Fuentes diplomáticas españolas dijeron por su parte que el traslado del nuevo grupo se demorará con toda probabilidad toda la semana e incluso que el viaje podría concretarse en la siguiente.

Melba Santana, esposa de Alfredo Domínguez, preso en Las Tunas, en el este de la isla, explicó a Efe que la Seguridad del Estado le ha comunicado que sólo podrán viajar a España ocho familiares junto al excarcelado, lo que según ella impone una restricción que no existió en el caso de los primeros liberados.

Sin embargo, otro de los presos contactados por el Arzobispado, Nelson Molinet, rehusó la oferta de trasladarse a España y pidió viajar a Estados Unidos, porque quiere hacerlo con sus padres, ambos ancianos y enfermos, pues cuentan con familiares en Miami, no así en España, según explicó a Efe una sobrina de Molinet.

El compromiso de las liberaciones es resultado del diálogo entre la alta jerarquía de la Iglesia católica de la isla y el Gobierno de Raúl Castro, que ha sido apoyado por España y prevé la excarcelación en cuatro meses de 52 presos, que son los que quedaban en prisión del Grupo de 75 opositores detenidos en la llamada «primavera negra» de 2003.

Según ha venido sucediendo desde el pasado 12 de julio, sólo han sido excarcelados los presos que aceptan irse inmediatamente a España junto a sus familias, aunque ayer el gobierno de Estados Unidos no excluyó que algunos puedan viajar a su territorio, tras estudiarse «caso por caso» sus peticiones.

Elizardo Sánchez, ex preso político y uno de los que sigue más de cerca la situación de estos reclusos, señaló que el ritmo de las excarcelaciones y la selección de nombres es prerrogativa del gobierno cubano, que hasta ahora ha elegido a aquellos de quienes espera una respuesta positiva.

Según él, hay al menos seis presos que, al menos en este momento, «no aceptan el destierro a España ni a ningún otro lugar», pero no es descartable que cambien de opinión cuando vean salir a sus compañeros, lo que irá además acompañado de presiones familiares para que acepten la oferta.

Elizardo Sánchez recordó sin embargo que, pese a estas liberaciones, «no existe voluntad de reformas de mayor calado, ni la habrá a corto ni a medio plazo, a menos que ocurra un milagro», pues «el gobierno de los Castro actúa de mala fe en todo asunto que signifique algún tipo de diálogo, mientras que la Iglesia y el Gobierno de España actúan de buena fe».

Los primeros presos políticos excarcelados por el Gobierno de Cuba fueron siete llegados a Madrid el 13 de julio.

En febrero, antes de que comenzara el diálogo entre la Iglesia católica y el Gobierno de Raúl Castro, murió en un hospital de La Habana Orlando Zapata, un albañil de 42 años encarcelado en 2003 y condenado a 36 años de prisión, quien hizo una huelga de hambre de 85 días para pedir tratamiento de «preso de conciencia».

El relevo de Zapata lo tomó el psicólogo y periodista Guillermo Fariñas, que estuvo 135 días en huelga de hambre, desde el día siguiente de la muerte del preso político hasta que el Gobierno se comprometió a la liberación de presos políticos. EFE

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