El sacerdote Christian Von Wernich y el ex comisario Miguel Etchecolatz, ambos condenados a prisión perpetua, se sumaron a la protesta iniciada el pasado lunes por ex agentes penitenciarios detenidos en la prisión de Marcos Paz por torturas, secuestros y homicidios perpetrados en el régimen militar (1976-1983).
Dos argentinos condenados por delitos de lesa humanidad cometidos en la dictadura mantienen una huelga de hambre en una cárcel bonaerense en rechazo a las condiciones de detención y a la muerte de un detenido, informaron fuentes ligadas a la medida.
El sacerdote Christian Von Wernich y el ex comisario Miguel Etchecolatz, ambos condenados a prisión perpetua, se sumaron a la protesta iniciada el pasado lunes por ex agentes penitenciarios detenidos en la prisión de Marcos Paz por torturas, secuestros y homicidios perpetrados en el régimen militar (1976-1983).
La medida, por la que los condenados sólo ingieren líquidos, comenzó luego de la muerte de un ex agente penitenciario por supuesta falta de atención médica en la cárcel, donde esperaba ser juzgado en los próximos meses por crímenes de represión.
«A través de esta acción pública, buscan instalarse como presos políticos que la están pasando mal», definieron fuentes de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, que participó de la querella en el juicio a Etchecolatz celebrado en 2006.
Por su parte, portavoces de Amigos y Familiares de Presos Políticos de Argentina, que defienden la medida, aseguraron que se trata en total de «unos 30 presos en huelga de hambre por tiempo indeterminado» en reclamo de «una mejor atención y en rechazo al abandono médico al que son sometidos».
Von Wernich, de 71 años, cumple prisión en una cárcel de las afueras de Buenos Aires como «coautor» de siete homicidios, 42 casos de secuestro y 32 de torturas cometidos en la última dictadura militar.
El sacerdote católico, detenido en septiembre de 2003, fue condenado en un juicio que concluyó en octubre de 2007 como «coautor» de crímenes «en el marco de un genocidio» llevado a cabo por el régimen militar, según la sentencia del Tribunal Oral Uno de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires.
En tanto, en 2006, el ex comisario de policía Miguel Etchecolatz también fue condenado a prisión perpetua por el «genocidio» perpetrado en la dictadura, en un fallo histórico que abrió paso a otros procesamientos por delitos cometidos en la dictadura.
Uno de los testigos claves de ese juicio, el albañil Jorge Julio López, permanece desaparecido desde septiembre de 2006, y organismos humanitarios vinculan su supuesto secuestro a miembros de las fuerzas que operaban en el Gobierno de facto.
López fue visto por última vez cuando se dirigía a escuchar la sentencia en el juicio por el que Etchecolatz fue condenado a prisión perpetua.
