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El Gobierno suizo tiene por primera vez mayoría de mujeres

La socialista Simonetta Sommaruga consiguió ser elegida con una holgada mayoría de 159 votos (eran necesarios 123) pero sólo en el cuarto turno de votaciones.


Por primera vez en la historia, el gobierno colegiado (Consejo Federal) de la Confederación Helvética será mayoritariamente femenino, dado que, tras la elección este miércoles en el Parlamento de una nueva ministra, cuatro de los siete miembros del Ejecutivo son mujeres.

Suiza, que fue la última democracia de Europa en otorgar el voto a las mujeres (1971), dio hoy un paso histórico al reemplazar a uno de los dos ministros salientes por una mujer.

Hasta la fecha, el máximo número de mujeres, tres, se había alcanzado con el actual Ejecutivo.

La socialista Simonetta Sommaruga consiguió ser elegida con una holgada mayoría de 159 votos (eran necesarios 123) pero sólo en el cuarto turno de votaciones.

Sommaruga sustituirá al también socialista Moritz Leuenberger, que ha sido ministro de Transportes y Medio Ambiente del Gobierno colegiado durante 15 años y que anunció su retirada el pasado julio.

La Asamblea Legislativa eligió posteriormente en el quinto turno y por 144 votos al radical liberal Johann Schneider-Ammann para sustituir al también miembro de su partido Hans-Rudolf Merz, ministro de Finanzas desde el 2004.

En el último año y medio, Merz estuvo bajo una fuerte presión política a causa de las críticas suscitadas por su gestión de la crisis con Libia, del rescate del banco UBS y de la flexibilización del sacrosanto secreto bancario helvético.

Sommaruga y Ammann eran los candidatos de los ciudadanos, según una reciente encuesta pública sobre sus preferencias.

Los miembros del Consejo Federal pueden permanecer en el cargo por tiempo indeterminado, son elegidos por la Asamblea Legislativa helvética (ambas cámaras) y, según marca la tradición, deberían tener una relación aritmética con los votos que cada partido obtuvo en las elecciones legislativas.

Este sistema se llamó durante decenios «la fórmula mágica» que permitía que todas las tendencias políticas estuvieran representadas en el Gobierno, que ningún partido hiciera realmente oposición, que las decisiones fueran tomadas siempre por consenso y que, por tanto, se impidieran, en la práctica, políticas extremadamente radicales.

Ante las críticas de que el sistema impide implementar políticas progresistas, los defensores de la «fórmula mágica» han argumentado históricamente que la democracia directa, ampliamente permitida y usada en Suiza, paliaba esa supuesta deficiencia.

Durante 50 años, el Partido Socialista (PS), el Partido Democristiano (PDC) y el Partido Radical Liberal (PRD) coparon cada uno dos de los siete puestos del Consejo y la Unión Democrática de Centro (UDC) el séptimo restante.

Sin embargo, el sistema se quebró en el 2003 cuando el Parlamento eligió ministro al xenófobo Christoph Blocher, líder de la UDC, cuya política individualista y extremista erosionó la fórmula y provocó que su mandato no fuera renovado, en una jugada política con tintes de filme de espionaje.

En esa ocasión, diciembre del 2007, la Asamblea eligió a Eveline Widmer-Schlumph, también de la UDC, para sustituir a Blocher, pero éste, indignado por lo sucedido, la expulsó de su partido e hizo lo mismo con el otro ministro de su formación, Samuel Schmid.

La «fórmula mágica» se erosionó definitivamente. Es por ello que hoy todas las opciones estaban abiertas y, durante los últimos días, las negociaciones de despacho y de pasillo fueron más intensas que nunca.

Los diputados se encontraban ante una disyuntiva: deben elegir a alguien suficientemente solvente para formar parte del gobierno colegiado, pero son conscientes de que si escogen a alguien «brillante» puede atraer votos hacia su propio partido y, por ende, perjudicar al resto de formaciones que también lo votaron.

Tras las elecciones de hoy, el Consejo Federal queda formado por Micheline Calmy Rey (PS), Doris Leuthard (PDC), Eveline Widmer-Schlumph (PBD), Ueli Maurer (UDC), Didier Burkhalter (PRD), Simonetta Sommaruga (PS) y Johann Schneider-Ammann (PRD).

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