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Polémica por veredicto de primer juicio civil a un detenido de Guantánamo

Ahmed Ghailani, el primer sospechoso de Guantánamo trasladado a una corte civil estadounidense, fue hallado culpable de apenas uno de los cientos de cargos que enfrentaba.


El primer detenido de Guantánamo juzgado en una corte civil estadounidense fue declarado culpable de uno de los 286 cargos que enfrentaba: conspiración para dañar o destruir propiedad estadounidense.

Ahmed Ghailani, de 36 años y originario de Tanzania, fue juzgado por su participación en los atentados contra dos embajadas de Estados Unidos en África, en 1998.

Y el veredicto de culpabilidad significa que podría ser condenado a un mínimo de 20 años de prisión.

Galliani, sin embargo, fue absuelto de la mayoría de cargos que se le habían imputado, incluyendo los de asesinato y conspiración para cometer asesinato.

Y la corte civil no admitió como evidencia testimonios obtenidos bajo coacción.

Según Iain Mackenzie, corresponsal de la BBC en Washington, el veredicto es considerado un enorme golpe para la administración de Barack Obama y su promesa de juzgar a los presos de Guantánamo en cortes civiles.

Esta alternativa ya había sido criticada por sectores que afirman que la decisión comprometerá la seguridad de EE.UU.

Funcionarios del gobierno estadounidense se encuentran estudiando ahora cómo procederán, pero esto podría significar que la controversial cárcel tendrá que permanecer abierta por un buen tiempo, agregó el corresponsal.

Testigos excluidos

Los ataques a las embajadas de EE.UU. en Tanzania y Kenia mataron a 224 personas y fueron una de las primeras muestras de la fuerza internacional de al-Qaeda.

Cuatro acusados de conspiración fueron condenados por los atentados de 2001 y sentenciados a cadena perpetua, pero el caso Ghailani es el primero que obedece la decisión tomada por la administración Obama de juzgar a algunos presos de Guantánamo en tribunales civiles y no en tribunales militares.

De acuerdo a la acusación, Ghailani ayudó a comprar camiones Nissan y tanques de oxígeno y acetileno utilizados para destruir la embajada de EE.UU en Dar es Salaam, Tanzania, y además colaboró a montar cajas de explosivos en el camión, antes del bombardeo. Investigadores estadounidenses aseguran que Ghailani voló a Pakistán la noche anterior a los atentados simultáneos.

A pesar de que fue acusado en los EE.UU. en marzo de 2001, se mantuvo escondido en Afganistán y Pakistán, hasta que fue capturado en julio de 2004 y trasladado a Guantánamo en 2006.

El año pasado, EE.UU. suspendió el proceso que se llevaba a cabo en un tribunal militar de Guantánamo y lo trasladó a Nueva York para un juicio civil.

Los abogados defensores, mientras tanto, aseguraron que Ghailani era sólo un operario menor que había sido engañado por al Qaeda e inculpado con evidencia contaminada.

Luego de que el veredicto fue anunciado el miércoles por la noche y el jurado abandonó la sala del tribunal, el ex preso de Guantánamo se frotó la cara, sonrió y abrazó a sus abogados. Será sentenciado el 25 de enero de 2011.

Matthew Millar, portavoz del Departamento de Justicia de EE.UU., dijo en un comunicado: «Respetamos el veredicto del jurado y nos complace que Ahmed Ghailani se enfrente ahora a un mínimo de 20 años de prisión e incluso cadena perpetua, por su participación en los atentados contra las embajadas».

Durante el juicio los fiscales sufrieron un revés temprano, cuando el juez federal Lewis Kaplan de Nueva York prohibió que un testigo clave del gobierno declarara, con la excusa de que había sido nombrado por Ghailani cuando este último se encontraba bajo coacción.

Él estuvo sujeto a lo que el gobierno se refiere como un «interrogatorio mejorado» por la CIA. Sus abogados dicen que fue torturado.

A pesar de perder un testigo clave, al gobierno se le dio amplia libertad para referirse a Al-Qaeda y a Osama bin Laden durante el juicio.

El abogado defensor, Pedro Quijano, acogió con satisfacción la absolución. Dijo que apelarán la decisión y agregó: «Todavía creo que es inocente de todos cargos».

Entre los detenidos que EE.UU. espera juzgar en un tribunal civil, se encuentra Khalid Sheikh Mohammed, presunto implicado en los atentados del 11 de septiembre de 2001.

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