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La filtración de Wikileaks no afectará la relación con EEUU, según Berlín

«Nuestras relaciones bilaterales son robustas, apuntaladas en una amistad histórica», afirmó el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert.


El Gobierno de Alemania «lamentó» hoy la filtración de Wikileaks, por entender se incurrió en «ilegalidades» al difundirlas, pero negó que los comentarios sobre la canciller federal, Angela Merkel, o sus ministros puedan afectar las relaciones bilaterales con EEUU.

«Nuestras relaciones bilaterales son robustas, apuntaladas en una amistad histórica», afirmó el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert, para añadir, respecto al origen de esas filtraciones que «el gobierno federal no va ponerse a jugar a detectives».

Seibert incidió en la presunta «ilegalidad» de esas filtraciones, así como el hecho de que las informaciones reproducidas en ellas no han sido «confrontadas» con otras fuentes, lo que, en su opinión, les quita credibilidad.

Respecto a los contenidos, el portavoz gubernamental se limitó a insistir en que no se harían «valoraciones» sobre los comentarios difundidos y supuestamente emanados de fuentes diplomáticas estadounidenses.

Las filtraciones -difundidas, en Alemania, por el semanario «Der Spiegel»- incluyen informes del embajador de EEUU en Berlín, Philip Murphy, con una serie de comentarios despectivos respecto a Merkel y, especialmente, su ministro de Exteriores, Guido Westerwelle.

A la canciller se la califica de «Teflon Merkel», se la tacha de «poco creativa», se le atribuye una actitud reticente a asumir riesgos, así como un comportamiento «distanciado» respecto a Barak Obama, en contraste con la cercanía a su antecesor, George W. Bush.

Peor parado sale, sin embargo, Westerwelle, de quien se pone en duda que tenga conocimientos suficientes del ámbito que le compete o que tenga un interés auténtico en política exterior, además de calificarlo de agresivo y arrogante.

Mientras Seibert sacaba hierro a esos comentarios -extractados, según «Spiegel», de 1.719 informes de la embajada estadounidense de Berlín enviados a Washington-, el portavoz de Exteriores afirmaba que en su ministerio se tomaban «en serio», aunque declinaba valorar los contenido o comentarios relativos a su ministro.

Varios ministros y correligionarios de Westerwelle, presidente del Partido Liberal (FDP), salieron asimismo al paso de las filtraciones de Wikileaks.

«Las relaciones son estables y no van a sufrir alteraciones», indicó el titular de Cooperación y Ayuda al Desarrollo, Dirk Niebel, mientras su colega de Economía, asimismo miembro del FDP, Rainer Brüderle, añadió que lo ocurrido refleja la fragilidad de los conductos de comunicación.

«Está claro que apenas se pueden mantener ya conversaciones que no acaben publicadas. Hay que vivir con ello. Pero hay que tenerlo en cuenta también», afirmó el político liberal.

Las filtraciones avanzadas ayer por «Der Spiegel» ocupan hoy las portadas de medios como el popular «Bild», cuya portada reproduce términos más destructivos dirigidos a Westerwelle -«arrogante»- o la canciller -«poco creativa»-, así como a otros políticos alemanes.

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