Publicidad
BBC News Mundo

Egipto: la hora de Al-Jazeera

«Todos tienen periodistas en El Cairo y están presentando imágenes de las manifestaciones en las calles. Pero ninguna está informando sobre la situación de una forma tan convincente como Al-Jazeera en inglés, que tiene reporteros en todo el país», dijo el comentarista Alex Pareene sobre la cadena televisiva quatarí.


Mientras que, en las últimas semanas, el gobierno egipcio les cortaba el acceso a internet a sus ciudadanos a raíz de la ola de protestas populares, muchos recibían las noticias de su propio país a través del canal de televisión Al-Jazeera, con sede en Doha, Qatar.

Como ellos, miles de personas en el Medio Oriente se informaban de los acontecimientos en Túnez, Egipto y otros países de la región a través del canal árabe.

Pero tal vez donde su cobertura ha recibido los más importantes elogios ha sido en Estados Unidos, un país donde Al-Jazeera ha sido blanco de frecuentes críticas desde septiembre de 2001, especialmente por su presentación de las guerras de Afganistán e Irak.

A finales de enero, la influyente revista cultural estadounidense en internet Salon publicó un artículo titulado «La cobertura de Al-Jazeera sobre Egipto avergüenza a los canales por cable de EE.UU.»

En él, el comentarista político Alex Pareene compara la cobertura de canales como Fox, CNN y MSNBC con la del canal en inglés de Al-Jazeera.

«Todos tienen periodistas en El Cairo y están presentando imágenes de las manifestaciones en las calles. Pero ninguna está informando sobre la situación de una forma tan convincente como Al-Jazeera en inglés, que tiene reporteros en todo el país», dijo.

Según Pareene, las tres principales redes de televisión por cable de Estados Unidos estaban presentando las últimas noticias con letreros que comenzaban con las palabras «Al-Jazeera informa».

En su opinión, Al-Jazeera en inglés «es, en la actualidad, obligatorio para cualquier persona interesada en los acontecimientos que tienen lugar en Egipto y que están cambiando el mundo. Las redes estadounidenses constituyen apenas un suplemento interesante».

Sin acceso

Irónicamente, como señalaba el periodista de Salon, la mayor parte del público estadounidense no tiene acceso por cable a la red árabe y sólo la puede ver a través de internet.

El canal en inglés de la red, inaugurado en 2006, sólo ha obtenido derechos completos de distribución en tres ciudades de EE.UU.: Washington, la capital, Burlington en el estado de Vermont y Toledo en Ohio.

Hace pocos días, Al-Jazeera lanzó una campaña, a través de su sitio de internet y de la red social Twitter para exigir la distribución del canal en el resto del país.

«Este último mes nos ha mostrado algo que Estados Unidos ya no puede ignorar: millones de estadounidenses quieren ver nuestro canal y entender mejor nuestra región», escribió Wadah Khanfar, director general de la red árabe, en su sitio web.

Este lunes, el diario Kansas City Star publicó un artículo en el que el periodista Aaron Barnhart se queja de que «desde su lanzamiento en 2006, Al-Jazeera en Inglés es el mejor canal por cable que no puedo ver por cable».

Como su colega de Salon, Barnhart asegura que el canal de Qatar «debería avergonzar a todas las organizaciones de noticias por televisión de propiedad estadounidense. Su cobertura en vivo de los enfrentamientos en Gaza en 2009 impulsó a muchas personas a verlo por internet, pero para muchos estadounidenses era todavía una novedad hasta los acontecimientos de Egipto».

«La hora de Al-Jazeera»

Según el diario The New York Times, el papel de Al-Jazeera en los actuales acontecimientos en el Medio Oriente ha sido también influyente en el desarrollo de éstos.

En un artículo publicado poco después de que el foco de las noticias pasara de Túnez a El Cairo, los periodistas Robert F. Worth y David D. Kirkpatrick aseguraron que, en muchos sentidos, «es la hora de Al-Jazeera», entre otras cosas porque «la cobertura agresiva» del canal satelital árabe «ayudó a propulsar las emociones insurgentes de una capital a la otra».

Ellos citaron a un especialista en los medios de comunicación en el Medio Oriente, Marc Lynch, académico de la Universidad George Washington, quien dijo que «la noción de que hay una lucha común a través del mundo árabe es algo que Al-Jazeera ayudó a crear… No provocaron estos acontecimientos pero es casi imposible imaginar que esto pudiera pasar sin Al-Jazeera».

Para Al-Jazeera, el camino por ganar credibilidad en el mundo occidental ha sido arduo.

En público y en privado, algunos de sus periodistas y funcionarios admiten que todavía les queda un largo trecho por recorrer para borrar la imagen prevaleciente en ciertos sectores occidentales, en especial estadounidenses, de que el canal es un portavoz del radicalismo islámico.

Esa imagen se creó en gran parte durante el gobierno de George W. Bush, en especial durante las guerras contra Afganistán e Irak.

En esos momentos, mientras que la mayoría de los periodistas occidentales no tenían acceso directo a las noticias en el terreno, o tenían que viajar «empotrados» con las fuerzas extranjeras, Al-Jazeera era uno de los pocos canales que ofrecía una versión diferente de los hechos.

Esa versión, según la administración Bush no era imparcial y se alimentaba de propaganda antiestadounidense.

Según muchos de los seguidores de Al-Jazeera en el Medio Oriente, fue por eso que Estados Unidos bombardeó las oficinas del canal en Kabul, Afganistán, en noviembre de 2001 y en Bagdad, Irak, en abril de 2003. En ambas ocasiones, el ejército de EE.UU. dijo que los ataques se hicieron por error.

De la BBC a Al-Jazeera

Al Jazeera se estableció en Qatar en 1996 y un gran número de sus primeros periodistas provenían del servicio árabe de la BBC, que acababa de poner fin a su primer proyecto de crear su propio canal de televisión en árabe, debido a desacuerdos en términos de control editorial con la compañía de propiedad saudita Orbit.

Diversos observadores señalan que el formato de los programas de noticia y de actualidad de Al-Jazeera se basó en programas de la corporación británica.

Desde entonces, la disposición de Al-Jazeera a presentar programas de debate sobre una amplia gama de diferencias políticas y diplomáticas inter-árabes ha provocado protestas de los gobiernos de varios países de la región.

Entre otros, las autoridades de Arabia Saudita, Argelia, Jordania, Kuwait, Marruecos, Túnez y Egipto se han quejado de la cobertura de Al-Jazeera.

Pero el favor que no han ganado de algunos gobiernos, lo han obtenido de las audiencias en los países árabes que, encuesta tras encuesta, lo sitúan como el canal más visto.

Aparentemente, hasta en Washington le están prestando más atención a las noticias del canal árabe.

Según informes, cuando el presidente egipcio Hosni Mubarak emitió sus primeras declaraciones a raíz de las actuales protestas, en la Casa Blanca había dos televisores encendidos, uno con imágenes de CNN y el otro de Al-Jazeera.

«Incluso el presidente de Estados Unidos está viendo a Al-Jazeera», escribió el popular sitio web estadounidense Business Insider.

Publicidad

Tendencias