El mandatario se refirió a algunos fiscales, periódicos y programas de televisión del «lobby antiberlusconiano que arrastra consigo a una oposición sin identidad propia» para señalar a los responsables de ese ataque contra su persona materializados ahora, según él, en el escándalo de la joven marroquí con la que pudo mantener relaciones sexuales cuando ésta era menor.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, para quien la Fiscalía solicita un juicio inmediato por abuso de poder e incitación a la prostitución de menores por el caso Ruby, afirmó hoy que el juez, en última instancia, es «el pueblo elector», titular de la «soberanía política».
En una entrevista concedida hoy a su diario afín «Il Foglio», Berlusconi volvió a defenderse de lo que considera un «ataque» orquestado por parte de algunos magistrados a través de una investigación hecha por la Fiscalía de Milán, la del caso Ruby, propia, según él, de la «Alemania comunista».
«No lo conseguirán (…) porque en una democracia el juez, en última instancia, cuando se trata de decidir quién gobierna, es el pueblo elector y, con él, el Parlamento, titulares de la soberanía política», comentó el primer ministro, según un adelanto de la entrevista publicado este jueves en la web de «Il Foglio».
«Yo ya he afrontado victoriosamente decenas de procesos y afrontaría serenamente cualquier otro proceso. Como ciudadano privado, me las arreglaría sin problemas, con acusaciones así de ridículas. Pero yo resisto porque, como siempre en mi caso, el ataque a mi vida privada es, en realidad, un ataque al papel público que desempeño, a mi testimonio democrático», agregó.
El mandatario se refirió a algunos fiscales, periódicos y programas de televisión del «lobby antiberlusconiano que arrastra consigo a una oposición sin identidad propia» para señalar a los responsables de ese ataque contra su persona materializados ahora, según él, en el escándalo de la joven marroquí con la que pudo mantener relaciones sexuales cuando ésta era menor.
«Eligen juntos los tiempos y los modos para transformar en escándalo internacional las investigaciones grotescas y dignas de la caza de espionaje sobre ‘las vidas de los demás’ que se hacían en la Alemania comunista», aseguró el jefe del Ejecutivo italiano.
«Hay que librarse de Berlusconi, evitando el voto de los italianos, quienes están atontados, según estas élites arrogantes y antidemocráticas, y, para ello, hace falta una iniciativa -cito literalmente- ‘extraparlamentaria’ que hable de una emergencia moral, para destruir la soberanía política que el pueblo italiano no es digno de ejercer», añadió.
El primer ministro se dirigió además en segunda persona a esos supuestos artífices del ataque contra él, quienes, según dijo, usan «tonos puritanos y jacobinos» y tienen en mente una «democracia autoritaria».
«Yo alguna vez, como todos, soy también un pecador, pero la Justicia moralizante que ha sido agitada contra mí está hecha para ir más allá de mí. Está hecha para mandar al poder, a través de un uso ‘anti-jurídico’ del derecho y de la legalidad, la idea de cultura, de civismo y de vida, de una elite que se cree sin pecado, lo que es simplemente escandaloso», sentenció Berlusconi.
