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Misiles de la OTAN alcanzan el complejo donde reside Gadafi

Un ataque aéreo con misiles de largo alcance provocó importantes daños en edificios del complejo de Bab al-Aziza, residencia y cuartel general del líder libio.


Al menos dos potentes misiles de gran alcance de la OTAN impactaron la madrugada de este lunes contra el complejo Bab-al Aziza, residencia y cuartel general del líder libio, Muamar Gadafi, en la capital, Trípoli, según aseguraron funcionarios y testigos.

El ataque aéreo provocó importantes daños en varios edificios del gran complejo Bab al-Aziza.

Un funcionario libio calificó lo sucedido como «un intento de atentar contra la vida de Gadafi».

Mientras los aviones de la OTAN sobrevolaban Trípoli, tres cadenas de televisión (Libia televisión, Libia y Shababiya) suspendieron sus emisiones, que reiniciaron una media hora después.

Se trata del mayor ataque contra Trípoli realizado hasta el momento, según indicaron los periodistas presentes en la ciudad.

«Falsa» retirada en Misrata

El ataque se produjo después de que este domingo las fuerzas leales a Gadafi bombardearon la ciudad de Misrata, en el oeste del país, pese a que habían anunciado su retirada.

Al menos seis personas murieron en esos ataques, que se dirigieron contra puntos del centro urbano y de otros tres barrios residenciales.

Un soldado pro Gadafi, prisionero de las fuerzas opositoras, le dijo a la agencia de noticias AFP que los rebeldes estaban ganando la batalla en la ciudad.

«Muchos soldados quieren abandonar, pero tienen miedo de ser ejecutados (por los rebeldes), dijo Lili Mohammed, un mauritano contratado para luchar contra los opositores.

Este domingo, el ex canciller libio Khaled Kaim dijo que el ejército oficialista estaba dando una tregua en Misrata de 48 horas para permitir que las tribus locales se ocuparan del conflicto de forma «pacífica y no militar».

Sin embargo, el enviado especial de la BBC a Bengasi Peter Biles indicó que no había indicios de que esas negociaciones se estuvieran produciendo. «No ha habido una suspensión de las operaciones militares del gobierno en Misrata», aseguró.

El coronel Omar Bani, portavoz de los rebeldes, dijo que Gadafi «está jugando un juego realmente sucio» con el que pretende dividir a sus rivales.

«Es un truco, no se han ido», aseguró Bani desde la ciudad de Bengasi, en el este del país. «Han permanecido fuera de la calle Trípoli (la principal arteria de Misrata) pero se están preparando para atacar de nuevo», aseveró.

Sitiada

El periodista del diario The Times en Misrata, el británico James Hider, le dijo la BBC que aunque las fuerzas de Gadafi habían sitiado Misrata, sus propias tropas en el interior de la ciudad estaban cercadas por rebeldes.

Añadió que los combatientes opositores no reciben suministros y dijo que esperan poder hacerse pronto con el control del centro de la ciudad, aunque dudan que puedan derrotar a las fuerzas de Gadafi sin la ayuda de la OTAN. Para su victoria en Misrata, dicen, sería necesario que la organización internacional destruya con sus ataques aéreos el armamento más fuerte del ejército libio.

Hasta el momento al menos 1.000 personas han muerto y muchas más han resultado heridas en la ciudad, considerada bastión rebelde, según las estimaciones de varios grupos de derechos humanos.

Varios barcos han trasladado a centenares de heridos desde esta ciudad hasta Bengasi.

Las revueltas contra Gadafi comenzaron en febrero, al hilo de las iniciadas por el descontento popular en otros países vecinos como Túnez y Egipto.

Este domingo los rebeldes recibieron una inyección económica importante. Kwait anunció que aportará unos US$180 millones para su causa.

La OTAN está llevando a cabo ataques aéreos contra las fuerzas estatales libias con el objetivo de proteger a los civiles.

El pasado sábado, Estados Unidos realizó el primer ataque con un avión armado no tripulado contra el ejército de Gadafi.

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