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El FMI ante un escándalo sexual que amenaza su agenda

Detención del director del FMI ocurre en un momento crucial para el Fondo. Afecta su posición global, su papel en los rescates económicos y podría crear una lucha por su liderazgo.


Con su jefe arrestado y acusado de un presunto ataque sexual, el Fondo Monetario Internacional (FMI) enfrenta una situación inédita que podría afectar su posición global y abrir una disputa por su liderazgo, advierten analistas.

La detención de Dominique Strauss-Kahn en Nueva York, Estados Unidos, el fin de semana, ocurrió en un momento crucial de las gestiones para enfrentar la crisis de deuda en la Eurozona, donde el líder francés del FMI tenía un papel clave.

Este mismo lunes estaba previsto que Strauss-Kahn asistiera a una reunión de ministros europeos de finanzas en Bruselas, Bélgica, para discutir el rescate financiero de Portugal y eventuales medidas adicionales para ayudar a Grecia.

La reunión de Bruselas se mantuvo en pie con la asistencia prevista de un director gerente adjunto del FMI en lugar de Strauss-Kahn, mientras que el directorio ejecutivo del organismo prevé reunirse en las próximas horas en Washington.

La idea es mostrar que las cosas siguen su rumbo normal mientras que las imágenes del jefe de la principal institución financiera multilateral, esposado y rodeado de policías, le dan la vuelta al mundo.

«Confiemos que el FMI es fuerte y va a seguir siendo fuerte», se limitó a comentar el anterior jefe francés del organismo, Michel Camdessus, en un breve diálogo telefónico con BBC Mundo.

Sin embargo, expertos creen que la situación de Strauss-Kahn puede complicar bastante la agenda del Fondo en los próximos meses.

¿Quién va a liderar el FMI?

Strauss-Kahn, de 62 años, ha rechazado los cargos en su contra de intento de violación, acto sexual delictivo y detención ilegal de una empleada del hotel de Manhatan donde se alojó el fin de semana.

La audiencia judicial de Strauss-Kahn en Tribuanl de Nueva York fue pospuesta, a la espera de que se efectúen análisis forenses.

El FMI reaccionó a esta situación con la designación del estadounidense John Lipsky, actual «número dos» del organismo de Breton Woods, como su director gerente interino.

Sin embargo, está previsto que Lipsky deje el puesto en agosto y la pregunta de quién va a ser el próximo jefe del fondo comenzó a cobrar fuerza ante el entendido de que Strauss-Kahn será apartado del cargo mientras se define su situación judicial, aunque su mandato de cinco años vence en 2012.

Hasta ahora, existe una regla no escrita por la cual el cargo de director gerente del FMI lo ocupa un europeo y la jefatura del Banco Mundial un estadounidense.

La canciller alemana Angela Merkel declaró este lunes que existen “buenas razones” para que Europa mantenga la jefatura del FMI y mencionó en particular las discusiones sobre el futuro del euro.

Países emergentes

Pero ya hay advertencias de que esto podría cambiar ante una creciente aspiración de países emergentes de liderar el FMI.

Esto se basa en el mayor peso que esas naciones tienen en la economía global y en la percepción que existe en algunas de ellas de que el FMI ha socorrido en los últimos tiempos a países europeos con condiciones más benévolas que las que le suele exigir al mundo en desarrollo.

De hecho, diversos medios ya barajan nombres de potenciales candidatos de Brasil, México, China o Turquía para suceder a Strauss-Kahn.

«Podría decirse que la dirección gerencial del fondo debería ir finalmente a un candidato no europeo, quizá de la región Asia Pacífico», indicó el diario británico Financial Times en un editorial este lunes.

«Sin embargo, sería preferible que los gobiernos mantuvieran la cabeza fría, dejaran de lado las consideraciones geográficas y simplemente designaran al mejor candidato», agregó el periódico, en una señal de la delicadeza de la situación.

«Sin cabeza»

Por lo pronto, la inculpación de Strauss-Kahn podría tener consecuencias particulares para Europa.

El FMI «se quedó sin cabeza política para discutir en el seno europeo», evaluó Luis Miotti, profesor de economía en la universidad París-Norte e investigador asociado del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI).

Durante su gestión al frente del fondo en tiempos de crisis financiera global, Strauss-Kahn logró aumentar los recursos del organismo y devolverle la relevancia que había perdido en la escena global.

Su condición de político socialista francés fue considerada clave para definir los términos de la ayuda a Grecia, Irlanda y Portugal y «ablandar» la posición alemana, en principio reticente a la idea de rescatar socios en crisis.

«A pesar de todo lo que se diga del FMI y los ataques populares en Grecia contra su imagen, Strauss-Kahn limitó bastante la posición alemana, que era mucho más dura que la del Fondo», le dijo Miotti a BBC Mundo.

Ahora muchos se preguntan cuánto cambiará la postura del FMI con Strauss-Kahn alejado de su jefatura.

«Lo que queda es más el personal técnico, que no tiene envergadura suficiente para discutir ni con el Banco Central Europeo ni con Alemania», sostuvo Miotti.

Factor de incertidumbre

En la agenda no sólo figura la eventual ayuda adicional a Grecia sino el desembolso del paquete de ayuda del FMI y la Unión Europea a Portugal por US$110.000 millones, ya acordado, y el monitoreo de la economía irlandesa aún en crisis.

Este mismo lunes, la situación de Strauss-Kahn jugó como un factor de incertidumbre en los mercados sobre el euro, cuya cotización cayó levemente en Asia y se recuperó más tarde en Europa.

Marc Touati, de la consultora Global Equities, dijo que la inculpación del jefe del FMI puede tener un impacto «importante» a corto plazo en los mercados, pero descartó que las cosas cambien demasiado a largo plazo.

«Si tienes un problema de bancarrota en Grecia, no importa a quién tengas de director del FMI, el problema es el mismo», le dijo Touati a BBC Mundo.

«Lo importante es saber si Europa quiere salvar a Grecia», añadió.

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